Conoce 5 poblaciones históricas nacidas de ocupaciones ilegales
El Pino, La Victoria, La Legua, Los Nogales y San Gregorio, son algunas de las poblaciones producto de ocupaciones ilegales realizadas en Santiago, entre 1945 y 1957. Hoy que la toma de terrenos vuelve a cobrar fuerza como en los años 40 y 50 en Santiago, repasamos asentamientos irregulares que se convirtieron en poblaciones consolidadas y emblemáticas.
Por María Teresa Villafrade
3 Abril 2024 a las 19:31
Ahora que las noticias han puesto de moda los campamentos y las tomas, ya sea por el mega incendio que afectó a los campamentos en Villa Alemana, Quilpué y Viña del Mar, o por los desalojos que se anuncian en San Antonio, buscamos en la historia las poblaciones que nacieron producto de estas ocupaciones ilegales.
Ha sido una constante en Chile y en muchos países latinoamericanos, ante el déficit de viviendas que no ha hecho más que crecer y crecer.
Recurrimos a un estudio realizado por Emanuel Giannoti y Boris Cofré-Schmmeiser, quienes afirman que si bien se ha considerado a La Victoria, que data de 1957, como la primera toma de Chile –e incluso de América Latina– “un nutrido cuerpo de autores afirma que este fenómeno comenzaría a mitad de la década de 1940”.
Los investigadores revisaron la prensa y fuentes documentales para estudiar las ocupaciones de terreno ocurridas en Santiago entre 1945 y 1957. Y lo cierto es que a mediados de los 40, la migración campo-ciudad fue el detonante de esta situación.
“Nuestra hipótesis es que la toma se inventó a mitad de la década de 1950, cuando las ocupaciones, que antes se realizaban de manera silenciosa, entraron en el espacio público. De tal manera, se transformaron en actos reivindicativos. Este cambio en las movilizaciones de los pobladores se puede explicar por el contexto político, así como por las modificaciones de la acción del Estado en relación con el problema habitacional y al crecimiento urbano”, señalan.
En los últimos meses de 1947, los conflictos alrededor de varias poblaciones periféricas, surgidas por ocupación, tomaron mucho protagonismo en el debate público. Estos asentamientos se transformaron en “un nuevo problema social, el de las llamadas poblaciones callampas”, como escribió El Diario Ilustrado a finales de octubre de ese año.
“Esta es la primera noticia que encontramos donde aparece el adjetivo ‘callampa’ asociado a un asentamiento. En las semanas siguientes fueron utilizadas también otras locuciones, como “poblaciones fantasmas” o “poblaciones relámpagos”, pero “población callampa” fue aquella que quedó en el habla cotidiano”, dicen los investigadores.
En junio de 1945, El Siglo informó que los “mejoreros” (personas que habían realizado mejoras en los terrenos que arrendaban) de la población El Pino, situada en la ribera norte del río Mapocho, se encontraban bajo una amenaza de desalojo. Esto se debía a que la Caja de la Habitación estaba adquiriendo los terrenos.
Cerca de 200 mejoreros estaban instalados en un terreno que había permanecido eriazo por largos años. Más de la mitad de ellos se encontraban amenazados de lanzamiento, por la demanda de Anselmo Scheer, dueño del predio.
Los pobladores aceptaron como solución transitoria el traslado a la chacra Acevedo, en Quinta Normal, donde se quedarían hasta el inicio de las obras de un conjunto de la Caja de la Habitación. Una parte menor de las familias, contraria al acuerdo, se quedó en la chacra El Pino. Ambos asentamientos reaparecieron en las crónicas en 1947, cuando la Caja de la Habitación discutió la posibilidad de asignar viviendas a las primeras familias, mientras para las segundas surgió una nueva amenaza de desalojo.
De acuerdo a lo publicado por el diario Las Noticias de la Última Hora, el 30 de octubre de 1957, unas seis mil personas se tomaron por la fuerza el sector La Feria, terreno que era propiedad de la Corporación de Vivienda (CORVI). Entonces no existía siquiera el Ministerio de la Vivienda.
“Sin más amparo que unas raídas banderas chilenas, niños, mujeres, ancianos y hombres se quedaron en sitios donde piensan levantar sus hogares”, señalaba el periódico. Lo cierto es que fueron cerca de 500 familias las que ocuparon el terreno.
La mayoría de ellas habitaba en las orillas de uno de los cursos de agua más insalubres de la ciudad, el Zanjón de la Aguada.
Aunque las autoridades reaccionaron ordenando el desalojo, unas pocas semanas después, la medida fue dejada sin efecto. Se dice que la intercesión del cardenal José María Caro frente al presidente Carlos Ibáñez del Campo, llevó al mandatario a cambiar de opinión.
Ibáñez autorizó entonces al Hogar de Cristo para construir habitaciones provisionales para las 140 familias que continuaban en esos terrenos. Desde 1959, año en que la fundación de Alberto Hurtado creó la sección Viviendas para “dar techo a quienes no lo tienen”, el uso de estas “mediaguas” prefabricadas ha sido bastante difundido en las clases desposeídas.
Ubicada en el sector centro-sur de Santiago, es parte de la comuna de Pedro Aguirre Cerda. Se la considera como una de las primeras ocupaciones organizadas de tierras urbanas en el continente.
La Legua fue una de las primeras poblaciones obreras de Santiago que albergó a los trabajadores del salitre que emigraron del norte cuando esta industria inició su declive en el siglo pasado. La llamaron así porque quedó ubicada a “una legua” del centro de Santiago.
Después, en 1947, un grupo de pobladores sin casa protagonizaron allí una de las primeras tomas de terreno en la capital dando paso a “La Legua Nueva”. En 1951, la Municipalidad de San Miguel aprobó un loteo de sitios para familias que debieron ser desplazadas de poblaciones callampas emplazadas en la insalubre ribera norte del río Mapocho y de conventillos de la Manzana Alta del canal La Punta. Entonces nació “La Legua Emergencia”.
Ubicada en el sector centro-sur de la capital, es parte de la comuna de San Joaquín, después de la reforma comunal desarrollada por la dictadura militar en 1981. Debe ser uno de los barrios más estigmatizados de Santiago.
Según Fauré y Moyano, el origen de Los Nogales es contradictorio. Para algunos habitantes, no hubo ocupación ilegal, sino que los primeros pobladores fueron trasladados en camiones del Ejército. Otros plantean que la historia de Los Nogales surgió cuando un grupo de 90 familias de los cités de Estación Central y la población “Lautaro” realizaron gestiones para obtener un lugar definitivo donde asentarse. A consecuencia de esto, se habrían tomado la chacra “Los Nogales”, terreno de la Caja de Seguro Obrero. Luego de conversaciones con el gobierno de la época, a cargo del Capitán Gálvez, a cada familia se le asignó un sitio demarcado por cuatro estacas: 10 metros de frente y 20 de largo. No había luz, agua ni alcantarillado. El 8 de enero de 1947 es considerada la fecha de origen de la Población Los Nogales y se la celebra cada año.
Es posible que ya hubiera habitantes instalados en la zona. El cantante Víctor Jara habría llegado a vivir allí y permaneció hasta 1946, lo que indica que por entonces ya había cierto tipo de asentamientos.
Actualmente forma parte de la comuna de Estación Central y está ubicada al poniente de Santiago.
En el año 1959, durante el gobierno de Jorge Alessandri, familias provenientes de diversas zonas pobres de la periferia de Santiago fueron erradicadas hacia los loteos de la Chacra San Gregorio, ubicada en la comuna de La Granja, en la zona sur de Santiago.
A mediados de ese mismo año 1959 se inició la segunda etapa con el traslado de 1600 familias del sector poniente del Zanjón de la Aguada, ubicado entre las calles San Diego y Club Hípico. A fines de ese mismo año, se instalaron otras 1130 familias erradicadas de las riberas del río Mapocho, entre las calles Bulnes y Manuel Rodríguez.
La Primera operación de las familias fue levantar una pieza al fondo de los sitios. Al poco tiempo la CORVI hace construir el radier en torno a la caseta sanitaria y allí comienza la auto-construcción asistida por técnicos y visitadoras sociales de la CORVI para levantar la casa definitiva de 38 metros cuadrados, con dos dormitorios, una sala de estar-comedor y cocina.
No había electricidad, solo alcantarillado.