¡Hagamos pan! Voluntarios de la empresa CyD compartieron con jóvenes de Súmate.

Publicado el 26/12/2023

“Queríamos innovar”, cuenta Gustavo Estay, gerente de ingeniería de CyD. Él, hace años, es quien lidera las actividades de voluntariado corporativo dentro de la empresa. En los 25 años de alianza con la fundación, sus trabajadores han visitado más que nada a los adultos mayores de las residencias del Hogar de Cristo. Han reparado casas a través de su programa “La belleza de mi Hogar”. Y han hecho pan por medio de la iniciativa “Haciendo juntos el pan”. El año pasado, por ejemplo, lo realizaron con las personas mayores de la residencia Rosita Renard.

Esta vez, quisieron llevar su plan gastronómico al colegio Padre Álvaro Lavín de fundación Súmate, ubicado en Maipú. Catorce fueron los voluntarios que asistieron y se pusieron manos a la obra junto a los jóvenes.

Hacer juntos el pan, esa fue la actividad que unión a los voluntarios de CyD y a los jóvenes del colegio Padre Álvaro Lavín de fundación Súmate.

Gustavo Estay, explica: “Esta actividad tiene varias versiones. Esta es la primera vez que se hace con jóvenes. En oportunidades anteriores se había hecho con adultos mayores. Esta actividad tiene dos partes. Una es hacer el pan. Para eso se necesita que existan una cocina, horno. Y, la otra parte, es que al día siguiente los jóvenes son invitados a nuestras oficinas. Se bendice el pan que se hizo, como el vínculo que se produce cuando uno logra eliminar las barreras que existen entre dos mundos tan distintos como el de estos jóvenes día anterior y se comparte con las personas que no asistieron pero que están en la organización de la actividad”.

Como siempre, el pan fue bendecido por el capellán del Hogar de Cristo, José Francisco Yuraszeck, en las oficinas de CyD, ubicadas en Las Condes.

El rico resultado de un trabajo en equipo.

PAN Y ENCUENTRO

Cada año, el voluntariado corporativo de CyD crea una idea central para sus actividades con el Hogar de Cristo. Una especie de guía que atraviesa el objetivo de sus acciones. Así, en un año fue “la alegría de vivir”, que tenía como símbolo una carita feliz de emoticón. En otra ocasión el slogan fue “entregar mi corazón” y como imagen tuvo un corazón.

Este 2023, la frase fue: “El encuentro”. Gustavo complementa: “En la actividad realmente se produce eso: un encuentro”.

Algo que al principio no fue fácil con los jóvenes. No se conocían y no había confianzas, pero pronto se lograron romper los obstáculos y amasaron juntos.

“Cuando hicimos la actividad aquí en la oficina se armó la palabra encuentro. Eran unas letras que estaban colgadas con unos hilos invisibles. Entonces quedó la palabra encuentro y ensamblada como piezas de rompecabezas. Fue muy bonito y mágico. Esa fue la idea especial de este año, que lográramos vincularnos con los jóvenes y que sintieran lo importante que era para nosotros compartir con ellos un pan”, dice Gustavo.

Además de toda la experiencia de compartir juntos, trabajadores voluntarios de CyD les regalaron a los jóvenes unas tarjetas 3D hechas por ellos, además de unos magnetos donde estaba la receta del pan.

“Lo distinto de este año fue que logramos que la gente de la oficina se vinculara mucho más con la actividad compartiendo el pan. Quedamos todos muy contentos, con el corazón bien hinchado y yo creo que a los muchachos no se les va a olvidar porque fue bien entretenido”, finaliza Gustavo.

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