5 Diciembre 2015 a las 23:51
“En vacaciones subí ocho kilos… es que conocí todos los quinchos de Coyhaique. La gente me regaloneó, almorzaba hasta tres veces… es que si no aceptas ellos se sienten mal”.
Es Carolina Rodríguez o la Crespa Rodríguez como se la conoce en el mundo del boxeo. Un mundo que describe como muy machista. Se inició en él hace 10 años -hoy tiene 31- cuando llegó a un gimnasio para bajar de peso y conoció el kickboxing, las competencias y el boxeo.
Cuesta imaginar a la Crespita como una contadora, de traje dos piezas, tacos y 90 kilos. Pero así era antes, antes de convertirse en Campeona Mundial de Box.
Mirando hacia atrás reconoce que siempre fue buena para pelear, para los combos. Y hoy goza de la competencia. La describe como adrenalina pura.
¿Te gusta sentir esa descarga de adrenalina?
Es raro… creo que todo el mundo, todos tenemos algo agresivo, toda la gente se enoja. En mi caso, cuando era chica era muy agresiva, bueno… hasta grande. No podía hablar, terminaba siempre a los golpes… todo lo solucionaba a golpes.
¿Y por qué te pasaba cuando eras chica… era muy rudo el ambiente?
Quizás poca comunicación en la casa, quizá muy poco tiempo con mis papás que trabajaban. Yo era la más chica de varios hermanos hombres. ¡Y más encima vivíamos en una población! Entonces igual sobrevive el más fuerte o si no te agarraban pa’l palanqueo.
Yo vivía en La Pincoya. Era un barrio hostil. Un barrio donde se ve harta pelea, vi muchos asesinatos y todo lo que se ve en un barrio conflictivo: pistolas, droga, todo.
Y quizás creo que eso también te va poniendo una caparazón… no podía hablar, tenía que solucionarlo todo a golpes.
Entonces lo que logré con este deporte es lo que me gustó. Poder controlar esa adrenalina, poder controlar la rabia. Ser capaz de que no te bloquee, algo que en mi vida cotidiana no podía hacer. Ahora puedo conversar (jajajaja), si me enojo me quedo calmada, trato de buscar otras soluciones.
¿Qué significa en Chile ser mujer y boxeadora?
Difícil… difícil. Creo que recién ahora está cambiando por lo que hemos hecho como equipo. Pero… primero, el boxeo está mal mirado. De que sólo es gente de barrio. Piensan además que el boxeador es alcohólico, que no tiene educación, que no tiene cultura. Se ensució el deporte.
Y más encima llegar yo… me decían “la mujer no es para eso”, “el boxeo es un deporte de hombres y no para mujeres”. En el boxeo son súper machistas, machistas, machistas. O sea la mujer tiene que estar lavando la loza en la casa haciendo el aseo y cuidando a los niños. Y después “pero cómo se va a echar a perder la carita con los golpes”.
¿Y qué paso después?
Yo tengo la capacidad de aprender rápido, soy curiosa. Me convertí en profesora de kickboxing primero y los mismos que pensaban que yo venía a hacer el aseo o a prepararles el café, terminaron respetándome como profesora. Pero eso dolió.
La misma prensa al principio sólo me preguntaba si me tapaba los moretones con maquillaje, no me preguntaban nada de mi deporte… “Tu te maquillas?… tu le pegái a tu pololo?”. Ahora los periodistas se han informado, ya me hacen preguntas coherentes.
En una encuesta Adimark apareces como uno de los rostros más reconocidos en Chile. ¿Te sientes un referente social?
No me siento un referente, pero sí noto que no paso desapercibida. Me gusta… sé que está cambiando la visión de mi deporte, se dan cuenta que somos gente que pensamos, que tenemos educación, que tenemos opinión y quiero hacer algo positivo.
¿Y cómo te ubicas hoy en día… como te defines en la discusión abierta sobre desigualdad en el país?
A mí no me gusta, no me gusta competir… yo tenía una competencia con los hombres, era como que tenía que ganarle a los hombres. Y entendí que no. Que teníamos que ir a la par. También en los estratos sociales, el tema económico. Unos tienen más plata que otros, pero eso no quiere decir que sean mejores personas.
¿Chile es un país injusto?
No sé si injusto, pero tenemos muy marcadas ciertas cosas como las lucas. El hecho de tener lucas, como que miran en menos a la gente que no las tiene.
¿Y cuánto te interesa lo que pasa hoy a nivel de discusión política… por ejemplo las reformas educacional, tributaria?
La verdad es que la política no me interesa mucho porque creo que simplemente se habla y no se llega a ningún lado. Obviamente la educación si me interesa porque la educación tiene que ser para todos… igual para todos, no importa si tienes o no tienes plata.
La salud también, que es carísima, imagínate cuanta gente que se muere… eso sí me interesa. Pero ciertas cosas de la política no… es como su pega, pero no hacen ni un cambio.
¿Qué te inspira Carolina?
A mí la pasión, la pasión de lo que yo hago… hacerlo bien. Y eso me ha llevado a todo lo que viene post, lo que empecé con el deporte, hacerlo bien. Porque yo estudié contabilidad y nunca le vi un norte, pero a esta cuestión si se lo vi y quiero hacerlo bien, quiero hacerlo mejor, quiero seguir mejorando.
Y están saliendo varias cositas referentes a esto, que es la violencia. Trabajar con la violencia, ayudar a los chicos… de… no sé, que estén metidos en la droga, los que no tengan oportunidades para dárselas a través del deporte.
¿Lo estás haciendo a través de una fundación?
Creamos una fundación que estamos ahora concretando que es “Crespita con Chile”. Vamos a trabajar en torno a la violencia en general… de animales, de paridad de género y no sólo con eso, sino que también con los hombres, con el que es violentador. Vamos a trabajar con el deporte para salir adelante, específicamente en el deporte que hago yo.
¿Cuáles son las metas que te pones… a corto y a largo plazo?
A largo plazo, bueno, en lo deportivo ser la súper campeona, retirarme invicta… y a corto plazo, ya lo estamos trabajando que es sacar chicos adelante… otros campeones. Son chicos de escasos recursos y queremos abrirles la ventana a través del deporte, que cambie su vida. Y a largo plazo, lo que te dije, la fundación… que funcione al 100%. Hacer un cambio en las personas, que sean campeones de la vida.
¿Y qué te gustaría para Chile?
Que hubiera más igualdad y que fuéramos personas más alegres… la gente está en otra, está mala y me gustaría que fuera mejor, que tratáramos mejor a las personas y que sonriéramos todo el día, que disfrutemos la vida.