¿Desde cuándo las ciudades se han vuelto enemigas activas de las personas en situación de calle?
No hay respuesta frente a esta inquietud que se ha vuelto cada vez más preocupante entre expertos sensibles y sitios especializados en urbanismo y arquitectura: el diseño y la construcción hostil contra las personas en situación de calle que al parecer “afearían” las ciudades. “Hostile architecture”, lo llaman en el mundo anglosajón, y el concepto refleja la incorporación de elementos y soluciones para ahuyentar de los espacios públicos a transeúntes y visitantes molestos, en particular y especialmente, a los homeless (sin hogar).
Por Mauricio Bascuñán A.
13 Febrero 2020 a las
08:44
En un videoque publicamos este 12 de febrero, justamente el día de la fundación de la ciudad de Santiago de Chile, por el conquistador Pedro de Valdivia, llamamos a la reflexión sobre estos estos “errores” urbanos que acentúan la exclusión, sumando diseños y soluciones inhumanas.
En el registro audiovisual mostramos construcciones que no sólo deterioran el cuerpo y la mente de quienes se encuentran viviendo a la intemperie, sino que los aíslan y buscan “esconderlos” de la sociedad.
Tokio, Sao Paulo, París, Nueva York, Londres, Buenos Aires y Santiago de Chile, son sólo algunos ejemplos de esta exclusión que se denuncia desde hace años en redes sociales bajo el hashtag #HostileArchitecture. En estas grandes urbes se levantan vallas, rejas, alambres, puntas y asientos que condenan a las personas a vagar y ni siquiera descansar, apartándose aún más de sus vínculos y acentuando los problemas de consumo problemático de alcohol, drogas y de violencia.
Nuestra mirada como sociedad debe ser al revés: dar prioridad al grupo donde más se manifiesta la exclusión social y no construir agresivamente contra ellos. De lo que se trata es de hacernos cargo, de contribuir a que recuperen sus vidas y, para ello, hay que verlos, no eludir su presencia ni buscar esconderlos.