A pesar de la lluvia, después del plebiscito constitucional, de tiempos de cuarentena y mascarillas, voluntarios, estudiantes y acogidos del Hogar de Cristo se reunieron en la fonda “Viejito, viejito bueno, viejito, dicharachero”, para celebrar el inicio de las fiestas patrias con cueca brava, parrillada y todas las precauciones sanitarias requeridas. Fue al alero de la Parroquia Jesús Obrero.
Por Matías Concha P.
13 Septiembre 2022 a las
20:06
Más de 30 adultos mayores del Programa de Atención Domiciliaria Adulto Mayor (PADAM) de Estación Central, disfrutaron de la tradicional celebración dieciochera en la Parroquia Jesús Obrero, en Estación Central.
La actividad fue organizada por María Martinez, técnica social del programa, vecinos y voluntarios de la fundación, quienes, desde hace diez años, aúnan voluntades y recursos de muchos para entregar momentos de alegría a los acogidos de Hogar de Cristo.
“Llevo más de 30 años trabajando en el Hogar de Cristo, y estos son de los momentos más lindos del año”, dice María. “Han sido años duros, especialmente para los adultos mayores. Muchos de ellos han perdido amigos o familiares producto del virus, entonces la celebración tiene un doble significado para ellos”.
En esta ocasión, estudiantes del colegio Instituto Santa María de Ñuñoa, participaron de la celebración, generando un verdadero encuentro intergeneracional. Así lo considera Martín (14), de primero medio: “Vengo de una realidad súper privilegiada, tengo mi propia pieza y jamás me ha faltado nada. Por eso abrirse a estas realidades te cambia la mirada, especialmente con personas mayores que andan tan solas. Acabo de conversar con una señora que perdió a su hijo hace algunos años, porque no tenía dinero para comprarle remedios y seguir con su tratamiento”.
-¿Y qué le dijiste?
-Fue fuerte, me quedé mudo, no supe que decirle, al final, terminamos a bailando cueca.
El evento
Comenzó con unas palabras a cargo del capellán general del Hogar de Cristo, José Francisco Yuraszeck, y siguió con la actuación del grupo folclórico Pillari y las tradicionales patitas de cueca. Luego fue el turno de Franco, un voluntario que se ofreció para amenizar la jornada bailando al ritmo de su grupo de capoeira.
“Este primer encuentro de fiestas patrias representa el reencuentro después de tanto tiempo de pandemia, imposibilitados de juntarnos. Estas fiestas invitan a estar con otros y eso es lo más importante. Me alegra mucho la participación del área de Comunidad, Comunicaciones, del colegio Santa María, del conjunto folclórico, de capoeira, de la parroquia Jesús Obrero, de distintos grupos que apoyan la labor del Hogar de Cristo con los adultos mayores. Estoy muy contento y agradecido”, dijo el capellán de la fundación, José Francisco Yuraszeck.
Por su parte, Viviana Aedo, jefa del PADAM Central del Hogar de Cristo, dice que la importancia de “este tipo de actividades es que nos permiten encontrarnos con las personas mayores, que ellos se encuentren con otros. Es celebrar la vida. Hoy las medidas sanitarias nos permiten abrir las puertas y volver a reencontrarnos, compartir. Y ahora ellos se van contentos, emocionados de este encuentro y se quedan con alegría en su corazón. Esta es una actividad preparada con mucho cariño, con recursos y donaciones de voluntarios. A pesar de la lluvia, nos reinventamos. No porque no hubiera sol, no nos podíamos reunir. Y los adultos mayores no abandonaron, llegaron todos. Ellos esperan estas actividades: las fiestas patrias, Navidad, nuestro aniversario”
Antes de concluir la celebración, Carmen (66), participante del PADAM de Estación Central, dijo emocionada: “Vengo hace pocos meses al Hogar de Cristo, acá me han entregado alimentos, remedios, hasta dinero para pasar el mes y pagar el arriendo. Y no les miento, tengo angustia, en estas fechas se cumple el aniversario de la muerte de mi hijo, pero, por primera vez, estoy pasando el duelo en compañía de gente que quiero. Muchas gracias por eso”.