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Luis Díaz en Match Solidario:

“Escribiría un libro: soy la desgracia hecha persona”

Este hombre de 77 años se refiere así de sí mismo. Aunque parezca exagerado, su situación es muy dramática. Adulto mayor solo y enfermo, está a cargo además de un sobrino con enfermedad mental. Entre ambos se cuidan y subsisten con pensiones mínimas, por eso, para Luis levantarse cada día es un tremendo dolor.

Por María Teresa Villafrade

4 Agosto 2023 a las 22:10

Luis Díaz (77) de entrada cuenta que le duelen las caderas. Sufre desde hace años de la misma enfermedad que mató a su hermana hace cuatro años: distrofia muscular. Él se vino desde Cartagena, su “paraíso”, para cuidarla y, al fallecer ella, se quedó a cargo de su sobrino, Johnny Ruiz, quien tiene un serio problema de salud mental que le impide trabajar y ser autónomo.

La casa en la que Luis vivía en Cartagena se vendió pues era de sus padres. Ellos tenían un local comercial en el que siempre trabajó y les ayudó. “Me hice cargo de ellos, los cuidé también hasta que murieron”.

Lo que él ignoraba al venirse a Santiago donde su hermana era que ambos padecían de la misma enfermedad genética, esa que hoy lo tiene muy complicado. “Acarrea mucho dolor, me cuesta una enormidad levantarme. En el consultorio me dan un frasquito de Tramadol que se me acaba en tres días”, dice, acongojado.

Hasta se le pierden las palabras, asegura, y eso que él era un gran lector.

“Siempre me gustó mucho leer  aunque solo estudié hasta octavo básico ya que éramos seis hermanos y debí ponerme a trabajar. Pero mis padres nunca me abrieron una libreta y por eso ahora vivo de la pensión básica solidaria. Soy el único sobreviviente de la familia”, agrega.

Vive en una casa de la población Santiago, en muy precarias condiciones, en la comuna de Estación Central.

“Estamos rodeados de narcotráfico aquí y eso trae mucha delincuencia. Me robaron mi silla de ruedas eléctrica bien bonita que tenía y no sólo eso, también se llevaron una tele grande. Rompieron las ventanas que daban al patio y por eso ahora ando solo con muletas a duras penas”.

Una habitación en lamentable estado que Luis quisiera arreglar pero no tiene recursos.

A pesar de que dice que con su sobrino se cuidan mutuamente, el peso mayor se lo lleva él.

“Johnny sufre de una enfermedad severa: es esquizomorfo. Como consecuencia, tiene un desgaste en la retina, miopía. Usa lentes de contacto, ayer estuvimos en cuatro patas buscando uno que se le había caído en el piso. Gasta mucho en sus medicamentos”.

MATCH SOLIDARIO

Cuenta que un día, angustiado por las carencias económicas, decidió ir a la parroquia Los Nogales a pedir ayuda y de ahí lo derivaron al Hogar de Cristo.

“La señora María Martínez me brindó ayuda, es muy buena persona. Pero hay mucha abundancia de personas necesitadas, entonces solo pueden darme una caja de mercadería”, reconoce.

Por eso, se sorprendió cuando un buen día le preguntaron qué otro objeto necesitaba con urgencia y él solo atinó a mencionar una radiocassette para su sobrino.

Su sobrino Johnny muestra feliz la radiocassette que le obsequiaron en Match Solidario.

“Fue lo primero que se me vino a la mente, porque él tiene muchos cassettes guardados, antiguos y ya no se usan. Se la trajeron y después pedí disculpas porque la verdad es que tengo otras necesidades más urgentes”.

Luis Díaz se refiere a la iniciativa Match Solidario, de Hogar de Cristo, que permite a las personas entregar objetos específicos a quienes más lo necesitan.

“Necesito un colchón de plaza y media en realidad, un hervidor y un hornito eléctrico. Esta casa tiene paredes llenas de termitas y se llueve la pieza de mi sobrino. Me equivoqué al pedir antes puras tonteras”, dice refiriéndose a la radiocassette.

Pero su sobrino Johnny Ruiz interrumpe la conversación y da las gracias pues está feliz con el obsequio.

“Él vive con la angustia de pensar qué va a ser de él cuando yo me muera”, agrega.

-¿Y no tiene más sobrinos?

-Claro, pero son puros títulos, cero amor. Se la pasan peleando esta vivienda como si fuera un palacio. Yo podría escribir un libro con todas las cosas que me pasan…

-¿Y qué título le pondría?

-“La desgracia hecha persona”, porque así es mi vida ahora. Tuve una pareja que murió, no tuve hijos, todos mis hermanos murieron y estoy solo con mi sobrino. Lo que más necesito es mercadería, porque todo está muy caro y un celular, aunque sea viejito, porque Johnny tiene el suyo y yo ninguno.

El caso de Luis Díaz, desgraciadamente, es muy frecuente entre las personas mayores. Más de un millón y medio de adultos mayores viven de la pensión básica en nuestro país.

SI QUIERES AYUDAR A ADULTOS MAYORES COMO LUIS, ENTRA A MATCH SOLIDARIO

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