Capellán Hogar de Cristo: “Barriendo todos juntos celebramos la dignidad de los pobres”
9 Junio 2017 a las
15:01
Esa fue la conclusión después de que voluntarios, vecinos, acogidos y trabajadores de la institución, premunidos de escobillones, trapos y basureros, asearan el barrio del Padre Hurtado. “Pobreza no es suciedad”, señaló el capellán Pablo Walker sj., decidido a rescatar el derecho de todos a vivir en un entorno limpio.
Este viernes 2 de junio, entre las 10:30 y las 12:30 horas, un sector de la comuna de Estación Central fue testigo de una alegre y novedosa actividad “Limpiando nuestro barrio”. El Hogar de Cristo junto a sus acogidos, vecinos, personas en situación de calle que forman parte de sus programas, trabajadores y personal de la Municipalidad de Estación Central, acompañados de una batucada, barrieron literalmente el barrio del Padre Hurtado.
Liderados por el capellán de Fundaciones Hogar de Cristo, sacerdote jesuita Pablo Walker, y premunidos de pecheras, palas, escobas, bolsas de basura y un carro para acarrear la basura, dejaron soplada la calle Padre Hurtado, que es la caletera que corre paralela a la autopista General Velásquez. Entre el santuario del Padre Hurtado y la avenida Arica, el grupo se topó con el ruco de una persona en situación de calle y aseó prolijamente su entorno, respetando su precario hábitat. Ese contacto con la pobreza más profunda conmovió a muchos de los voluntarios, en una experiencia que, sin duda es transformadora.
“Este es un hito precioso, muy innovador dentro de nuestra campaña de socios 2017, porque todos -trabajadores, acogidos, vecinos- quisimos contribuir a que nuestros hermanos no vivan más en la basura y tengan conciencia de lo que representa la limpieza. Eso es celebrar la dignidad, porque pobreza no es carencia, sino vulneración de derechos y abandono, así es que muchas gracias por involucrarse”, dijo el capellán Walker, una vez terminada la actividad a todos los participantes, que estaban plenamente satisfechos con lo limpio y lindo que quedó en barrio.
La iniciativa se inscribe en el espíritu de la campaña de socios 2017 del Hogar de Cristo y sus fundaciones, que define la pobreza como “la más profunda vulneración de los derechos humanos”. Y uno de los derechos más visiblemente atropellados en las comunas más pobres es el de un entorno limpio y saludable, con árboles, flores, plazas y lugares gratos de encuentro, que aporten calidad de vida de sus habitantes.
Estación Central es una de las comunas con más microbasurales de la Región Metropolitana; en ocasiones sus calles ofrecen los más inauditos desechos. Según el recién publicado estudio de la Cámara Chilena de la Construcción y la Universidad Católica sobre la calidad de vida de las ciudades chilenas, Estación Central se ubica en el rango inferior. Está en el lugar 81 de las 93 comunas analizadas, siendo la categoría de vivienda y entorno su índice más bajo.
Estación Central es una comuna degradada y segregada, donde se mezclan la modernidad con un retraso y una pobreza evidentes. Todos hemos visto el fenómeno de los mal llamados “guetos en altura” y de improvisados cités donde se cobra a precio de oro una habitación minúscula a los migrantes que no pueden aspirar a un mejor techo y a un mejor espacio urbano.
El Hogar de Cristo, como parte del territorio de Estación Central, convoca a involucrarse ante esta problemática, que constituye una vulneración de derechos básicos, como es el nacer, crecer, vivir y envejecer en un ambiente digno y limpio. No a la basura, sí a la limpieza comunitaria.