Copa América:

Unas treinta personas que pernoctan en la Hospedería Padre Álvaro Lavín convirtieron el comedor en una galería. Como en todo el país, sufrieron con un tenso partido contra Argentina que se resolvió en las postrimerías.

Vicente Vásquez Feres

26 Junio 2024 a las 15:07

Las noches son más heladas cuando hay tensión, nervios, expectación, pero nunca tanto como dormir en la calle, que es parte de la vida de muchos de los hombres con que vimos el partido anoche. Chile versus Argentina, gran desafío. Aunque el debut de la selección chilena del viernes pasado frente a Perú dejó dudas, no amainó el espíritu ante esta nueva y desafiante prueba: jugar contra el campeón mundial y continental vigente.

Ayer, la Hospedería Padre Álvaro Lavín reunió a todos sus futboleros para observar el desempeño de los dirigidos por Ricardo Gareca. Su proceso ha renovado la ilusión, a pesar de los resultados oficiales. El frío en el lugar se disipó gracias al té y a un paquete de cabritas para cada uno. En el cruce de Esperanza con Mapocho, se sentía el calor por vivir una noche agradable y apasionante.

Todos coincidieron en que fue un duelo polémico. Evidencia de ello fueron el presunto penal del trasandino Cristian Romero contra el chileno Víctor Dávila (apenas comenzaba el encuentro); y la ausencia de repeticiones y planos convincentes de la revisión por offside en el gol argentino, que llegó cuando los hinchas de La Roja miraban el reloj para saborear el empate.

Más allá de la derrota, en la hospedería se vivió una noche llena de tallas, reacciones a los momentos jocosos y lamentos por el desenlace. Los más motivados tomaron las paletas y jugaron ping-pong. Algunos piensan en el tercer y último partido de la fase regular del próximo sábado contra Canadá, clave para las aspiraciones de acceder a los cuartos de final. ¿Cómo lo vivirán? Con un asado.

Revisa las mejores fotos a continuación de la jornada.

Algunos de los más fanáticos esperando el inicio del segundo tiempo.

Los paquetes de cabritas que disfrutaron los hinchas de La Roja.

El partido se vivió con tensión y nervio.

Unas treinta personas de la Hospedería Padre Álvaro Lavín se reunieron en el comedor para ver el partido.

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