¿California dreamin?
Estados Unidos ha visto crecer de manera alarmante el número de personas en situación de calle. Hasta enero de 2024, la cifra era de 770 mil personas, un 18% más que el año anterior, según datos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. California es el estado con mayor número y los afrodescendientes representan el 32% del total de las personas sin hogar.
Por María Teresa Villafrade
17 Enero 2025 a las 18:07
Este 1 de enero de 2025, entró en vigor una nueva ley en el estado de Florida, Estados Unidos, que permite a sus ciudadanos demandar a las autoridades locales por permitir que personas sin hogar acampen en lugares públicos.
Se trata de una nueva manera de enfrentar el problema causado por la crisis de vivienda y el fenómeno de la migración que ha despertado polémica, pero que a juicio de los más optimistas, obliga a las autoridades a generar recursos y entregar soluciones a los homeless (personas sin hogar) antes de que se produzcan las demandas.
Según datos del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de ese país, la cifra de personas en situación de calle aumentó un 18% entre enero de 2023 y enero de 2024, alcanzando su nivel más alto desde que comenzó a contabilizarse: 770.000 personas.
Según consignan los diarios La Jornada y El País, este fenómeno no discrimina edades ni condiciones, y sus causas son múltiples. La escasez de viviendas asequibles, la inflación, los salarios estancados y las secuelas de desastres naturales han empujado a cientos de miles a la calle.
“Particularmente preocupante es el aumento del 33% en la cantidad de niños sin hogar, lo que representa cerca de 150 mil menores de edad que, en una sola noche de 2024, carecieron de un techo seguro”, señalan en los periódicos.
Según datos recientes del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos, los estados con mayor número de personas sin hogar son:
California: Alberga a más de 187.000 personas sin hogar, representando casi un tercio de la población total en esta situación en el país. Cada año, los devastadores incendios que la azotan y que este 2025 han sido horrorosos, acrecientan el problema.
Nueva York: Cuenta con aproximadamente 103.200 personas sin hogar. En ciudades como Nueva York, Denver y Chicago, la llegada de migrantes ha duplicado el número de familias sin hogar, evidenciando la falta de recursos para atender a esta población vulnerable.
Florida: Registra alrededor de 31.000 personas sin hogar.
Washington: Tiene cerca de 28.036 personas sin hogar.
Texas: Reporta aproximadamente 27.377 personas sin hogar.
Oregón: Con alrededor de 20.142 personas sin hogar.
El factor racial también influye. Las personas de raza negra o afrodescendientes, que representa 13% de la población total de Estados Unidos y 21% de la población estadunidense que vive en la pobreza, también ostenta la triste mayoría de todas las personas sin hogar en Estados Unidos: 32%.
Este fenómeno tiene raíces en una combinación de factores históricos, estructurales y socioeconómicos:
Legado de la esclavitud y discriminación sistémica: La segregación racial, las prácticas discriminatorias en la vivienda como el redlining (trazar una línea roja) y la exclusión económica han limitado las oportunidades de acumulación de riqueza intergeneracional en las comunidades afrodescendientes.
El redlining es una práctica discriminatoria que surgió en Estados Unidos durante el siglo 20, principalmente en las décadas de 1930 a 1960, en la que instituciones financieras y gubernamentales negaban préstamos hipotecarios, seguros y otros servicios financieros a personas que vivían en áreas predominantemente habitadas por comunidades afrodescendientes o minorías étnicas
Además, los afrodescendientes fueron excluidos de programas gubernamentales de vivienda y de propiedad, lo que dejó a muchas familias en una posición de desventaja económica duradera durante el siglo pasado.
Mayor pobreza: Los afrodescendientes tienen tasas más altas de pobreza debido a disparidades en el empleo, los ingresos y la educación.
Bajo acceso a empleo estable: Los afroamericanos enfrentan discriminación laboral, lo que contribuye a tasas más altas de desempleo o empleos mal remunerados que no cubren los costos de la vivienda.
Efecto del encarcelamiento masivo: Los afrodescendientes son encarcelados a tasas desproporcionadamente altas. Al salir del sistema penal, enfrentan barreras significativas para acceder a empleo y vivienda.
Desalojos frecuentes: Las familias afrodescendientes son más propensas a enfrentar desalojos debido a la precariedad financiera, lo que incrementa su riesgo de quedarse sin hogar.
Discriminación en los servicios: En ocasiones, los sistemas de apoyo social no responden adecuadamente a las necesidades específicas de las comunidades afrodescendientes.
Salud mental y adicciones: Problemas de salud mental y adicciones, que están presentes en toda la población sin hogar, son más difíciles de abordar para afrodescendientes debido a barreras estructurales.
Los afrodescendientes suelen ser los primeros afectados y los últimos en recuperarse de crisis económicas, como la Gran Recesión de 2008 o los efectos de la pandemia de COVID-19.
La combinación de estos factores crea un ciclo difícil de romper, donde las desigualdades pasadas y presentes se traducen en tasas más altas de personas afrodescendientes sin hogar. Abordar este problema requiere soluciones estructurales que ataquen la raíz de la inequidad, desde políticas de vivienda inclusivas hasta reformas económicas y sociales que promuevan la equidad racial.
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