Marcelo Cicali y su lucha por la inclusión: “Es excepcional trabajar con personas con discapacidad”
30 Septiembre 2017 a las
19:41
“Vivir con Pedro me abrió los ojos y me sensibilizó para enfocar el tema de la discapacidad de una manera distinta y más humana. Quiero heredarle un Chile distinto para que pueda vivir una vida más plena. No sólo en cuanto a sus derechos, sino también una sociedad donde pueda ejercer sus deberes: trabajar, votar, manejar e incluso vivir una sexualidad plena”, comenta Marcelo Cicali, dueño del conocido Bar Liguria, en relación a Pedro Lautaro, su hijo de 13 años, que tiene Síndrome de Down.
Por Daniela Calderón.
Hace 5 años, Marcelo Cicali contrató por primera a un grupo de personas con discapacidad mental para trabajar como ayudantes de salón y cocina en el tradicional local ubicado en Providencia al llegar a Manuel Montt. Fue el inicio de un proceso de inclusión laboral que impulsó para cambiar la mirada hacia las personas con discapacidad y que hoy alcanza al 7% del total de sus trabajadores. “La inclusión crea espacios de convivencia y permite ejercer cambios organizacionales para luchar contra la desigualdad, entregar nuevos elementos con los que la gente sienta que es partícipe de un cambio, ese que Chile necesita”, sostiene. El empresario tiene una premisa, fruto de la experiencia: “La discapacidad es sólo la falta de una habilidad. Cuando logras entrenar la capacidades de una persona, vas a lograr la habilidad. Por ejemplo, si nunca jugaste basquétbol pero tienes la capacidad para hacerlo, lo único que te falta es entrenar. Lo que necesitamos hacer con las personas que nosotros creemos que son discapacitadas es entrenarlas en las capacidades en las cuales ellos pueden ser un aporte. Y el principal aporte que nos entregan ellos es la capacidad de poner preguntas en la organización y en la sociedad”.
Agrega un dato, “el promedio de licencias médicas de los trabajadores con discapacidad del Liguria es mucho menor que el de las personas que no tienen discapacidad. Las evaluaciones de desempeño son mucho mejores, no tienen tasas de atraso ni ausentismo. Es excepcional trabajar con personas que tienen discapacidad. Creo que la inclusión es lo que le falta a Chile para humanizar a la sociedad y a las empresas”.
Fue exactamente eso lo que comenzó haciendo hace 5 años. Gracias a estos puestos de trabajo cuenta que ha logrado ver historias de superación notables, como la de Edith Cayulef, quien hoy trabaja como asistente en la cocina del Liguria de Pedro de Valdivia. “Gracias a su propio esfuerzo, nuestros trabajadores con discapacidad logran tener una vida independiente. Y esos logros no han sido ni del Estado, ni de una fundación y menos del Liguria. Ha sido un logro de ellos, que tomaron esta oportunidad y lograron cumplir el desafío de tener una vida plena”.