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Resultados de Encuesta Casen 2017 revelan una sociedad profundamente desigual

22 Agosto 2018 a las 18:21

Expertos postulan que se debería a que los sectores más pobres tuvieron sueldos más bajos.

En los hogares más vulnerables del país, cada uno de los integrantes promedia un ingreso de $29 mil al mes. En tanto, en el 10% de las familias de mayores recursos, el monto per cápita bordea los $1,4 millones.

Esas diferencias no son nuevas y desde 2013 que la brecha entre el primer y décimo decil de ingreso supera el millón de pesos.

Sin embargo, de acuerdo con la medición 2017, se acrecentó la distancia.

La Casen 2017 arrojó que el 10% de los hogares más ricos gana hasta 40 veces más que las familias más pobres de Chile.

En la medición realizada en 2015, el 10% de los hogares de mayores recursos ganaba 33 veces más que aquellos más vulnerables. Y en 2006, esos ingresos eran 30 veces superiores.

En tanto, el 20% de los hogares más ricos gana 13,6 veces más que el 20% de los más pobres.

Desigualdad

El ministro Alfredo Moreno afirmó que se registraron “mayores niveles de desocupación” en los últimos años. De hecho, el criterio “Ocupación” que se mide en la pobreza multidimensional -que es si un integrante del hogar no tiene trabajo y está en búsqueda de uno- aumentó de 9,3% a 9,8%.

El coordinador de políticas sociales de Clapes UC, Sergio Urzúa, indicó que aunque todavía no están todos los antecedentes para explicar este “leve deterioro en materia de desigualdad”, se pueden dar algunas hipótesis. “Todo sugiere que es el deterioro en los ingresos de los hogares más vulnerables” lo que estaría detrás del aumento en la desigualdad, y no así que los sectores más acomodados estén con mejores ingresos.

Asimismo, la investigadora de Libertad y Desarrollo María Paz Arzola aseguró que estos indicadores dan cuenta que, “aun incorporando la política social (los subsidios), las brechas subieron, rompiendo la tendencia que se veía en años anteriores. Por lo tanto, la política social tiene un alcance limitado y necesita del crecimiento económico”.

Además, planteó que gran parte de la diferencia que hay en los niveles de ingresos es por los niveles de estudios, por lo que “sería interesante ver cómo ha sido la evolución (de los salarios), porque es esperable que a medida que aumenta el acceso a la educación superior, como ha ocurrido en las últimas décadas, la diferencia vaya cayendo”.

Sociedad inequitativa

Para Pablo Egenau, director social del Hogar de Cristo, las brechas que hay entre las remuneraciones de los más adinerados y los más vulnerables demuestran que “tenemos una sociedad inequitativa y profundamente desigual”.

De hecho, el psicólogo dijo que en los últimos años ha visto con mucha preocupación cómo los temas de pobreza han quedado fuera de las prioridades. “Quienes viven en situación de pobreza extrema (…) son personas que por su condición de exclusión, precariedad y abandono, no participan del mundo del poder político. No tienen la competencia ni la capacidad para organizar, manifestar sus necesidades”, subrayó.

“La sensación que tenemos es que el país más bien, en los últimos años, se ha volcado, en términos de su sensibilidad, a buscar formas de satisfacer la demanda legítima de grupos más bien emergentes que tienen capacidad de representar sus necesidades”, añadió.

A juicio de Egenau, uno de los problemas que traería esto es que se generarían desigualdades en el acceso a la salud o cultura.

Fuente: El Mercurio.

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