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Tuberculosis en calle:

“Llegan pidiendo oxígeno y con fiebre por las nubes”

Es una enfermedad que creemos erradicada, pero no es así; sólo está controlada con un plan del Ministerio de Salud. Su incidencia es 12,4 casos por 100.000 habitantes, con una tasa de mortalidad de 0,9 por cada 100 mil. Entre los más vulnerables a contraerla están las personas en situación de calle. Bárbara Ricouz, médico de Salud Calle, nos habla de cómo la vive esta población. Además, te contamos cómo prevenir la “peste blanca”.

Por María Luisa Galán

20 Septiembre 2022 a las 14:27

Cuando hablamos de tuberculosis, inmediatamente la memoria se remonta a fines del siglo XIX. A tiempos pretéritos, cuando esta enfermedad causó estragos en Chile y el mundo. Fue, como el COVID-19 de esos años, pero esta es una bacteria que afecta a los pulmones principalmente.

Foto de CDC en Unsplash.

Con el tiempo, con el descubrimiento del bacilo de la tuberculosis por el médico alemán Robert Koch, el consecuente tratamiento y posterior vacuna BCG, la también llamada “tisis” o “peste blanca”, fue desapareciendo del escenario salubrista. Pocos eran los enfermos y se empezó a  instalar en el inconsciente colectivo que la enfermedad estaba erradicada.

Pero, ¿fue erradicada la tuberculosis en Chile? No del todo. Según el Ministerio de Salud, 2.306 personas contrajeron la enfermedad durante el 2020, habiendo una tasa de incidencia de 12,4 casos por 100.000 habitantes. En el mismo año, 175 personas fallecieron, de ellos 128 fueron hombres y es la región de Aysén la que presenta la mayor tasa de mortalidad en el país, con una tasa de 1,9 por cada 100 mil habitantes. El promedio nacional de mortalidad de 0,9 por cada 100 mil.

¿Cuáles son las poblaciones más vulnerables? Extranjeros, mayores de 65 años, personas con consumo problemático de alcohol y otras drogas, VIH, diabetes y personas en situación de calle, entre otros, de acuerdo a los actuales documentos ministeriales. En el 2020, mientras en los migrantes se notificaron 623 casos, en situación de calle hubo 101.

Pesquisa tardía

El año 2020, justo cuando se iniciaba la pandemia por COVID-19, la fundación Salud Calle publicó un estudio titulado: “Personas en situación de calle y salud: un desafío para la salud pública de Chile”. El objetivo fue hacer el primer reporte sanitario de esta población en el país. Se encuestó a 709 pacientes, 79,3% hombres y 20,6% mujeres. De ellos, “el 7% tenía antecedentes de tuberculosis (TBC), con la mayor incidencia (13,2%) en el grupo entre 60 y 74 años, completando tratamiento solo el 51,2% de los sujetos”, se lee en el informe.

Imagen referencial. Corresponde a ruta calle Covid – 19.

La doctora Bárbara Ricouz, coordinadora de Salud Calle, fue una de las profesionales que lideró la encuesta. Cuenta que si bien existe un Plan Nacional contra la Tuberculosis liderado por el Ministerio de Salud, falta un programa específico destinado a esta población.

Describe: “Las personas en situación de calle buscan un lugar chico donde poder protegerse del frío y se meten todos ahí. Todos los que hemos hecho ruta calle, hemos visto rucos donde viven varios o debajo de un techo. Se quedan tres o cuatro personas durmiendo juntos por sobrevivencia, para juntar calor y sobrevivir al frío. Cuando hablamos de hacinamiento pensamos en estas casas chicas sobrepobladas, pero estar protegidos de las condiciones climáticas en un lugar pequeño, también es un tipo de hacinamiento. Hay déficit de aseo, higiene personal. Factores de desnutrición. Si vemos cómo se alimentan y cuando tenemos desnutrición, somos más propensos a tener distintas patologías infecciosas, como la tuberculosis. Otro es el tema calle y acceso a salud. Está estudiado a nivel mundial, que estar en situación de calle, genera dificultades al acceso a salud. E incluso, cuando la persona es diagnosticada, porque logró consultar en el CESFAM o se hospitalizó, es difícil que adhiera a las terapias porque en Chile tienes que ir a buscar tus medicamentos tuberculosos todos los días. Es un tratamiento largo”.

Bárbara cuenta que cuando una persona no va buscar sus remedios, se hace una búsqueda activa, pero en el caso de quienes viven en situación de calle, la pesquisa es complicada debido a que no tienen una dirección fija ni redes de apoyo que lo estimulen a seguir con la terapia. “Muchas veces a los chiquillos no lo conocen como Juanito Pérez, sino como “el chascón”, por ejemplo. Para su seguimiento hay una serie de barreras administrativas, sociales, que hacen que sea más difícil tener un tratamiento adecuado”.

El tratamiento, mínimo, dura seis meses; con dosis diarias y después trimestrales. “Eso considerando que no haya efectos adversos, sino hay que cambiar el medicamento y partir de nuevo la cuenta si es que no hay recaídas. Ahí se parte con un nuevo esquema”, explica la doctora de la ex Posta Central.

-¿Suelen ser muy tardíos los diagnósticos de tuberculosis u otras enfermedades en personas en situación de calle?

-Las personas en situación de calle no suelen ir al médico cuando tienen síntomas leves. Dadas las condiciones en que viven, suelen tener síntomas de algo. Les duele la espalda o tosen porque estuvieron al frío; o han visto que otro tenía lo mismo y no le pasó nada. Y ellos tampoco consultan considerando las dificultades que hay en nuestro sistema de salud para que una persona en calle acceda a atenciones. Desde barreras de administrativas, porque para estar en un Cesfam tienes que tener dirección y carnet. Cosas que, en muchos casos, en calle no hay ninguna de las dos. Lo otro es el horario. En calle, los chicos viven el día a día en base a la sobrevivencia y en términos laborales, muchas veces lo que ganan en el día, es con lo que comen en la noche. Entonces, si van a un consultorio, a las seis de la mañana para que los citen en el algún momento del día, pierden el día. Y para alguien que vive con el día a día, o fuiste al consultorio o ganaste algo para comer en la noche.

Imagen referencial. Corresponde a la ruta calle Covid-19.

“Empiezas a sacar su historia y te cuentan que llevan tosiendo seis meses, que hace dos tosen sangre pero no lo pescaron. O que llevan tres meses bajando de peso, 40 kilos en tres meses y ya no pueden respirar. Esa es la historia de cuando llegan a los servicios de urgencias. Lo hacen pidiendo oxígeno, con fiebre por las nubes y de difícil manejo. Es una insuficiencia respiratoria que también es de difícil manejo. Por el daño de los pulmones, no es fácil meterles oxígenos. Es todo un tema”.

Precisamente, cifras de Salud Calle, estiman que el 78% de las personas en situación de calle está inscrita en un Cesfam y que un 33% no va porque se han sentido discriminado alguna vez. “Y es evitable. Si se eliminaran estas barreras de acceso, si no tuvieran el historial de discriminación, quizás irían al consultorio y  pesquisarían a tiempo, irían a sus controles y no llegarían descompensados. Pero dado los contextos y situaciones de por qué no van, al final llegan a los servicios de urgencias bastante complicados”, comenta Bárbara.

La baciloscopía

El Ministerio de Salud tiene un programa específico para la tisis. Se llama “Programa Nacional de Control y Eliminación de la Tuberculosis”. Bajo este plan, hay lineamientos técnicos para los servicios de salud y sus profesionales, así como recomendaciones para la población.

Según la actualización 2022 de su normativa técnica, los grupos más vulnerables y susceptibles de contraer la tuberculosis son: adultos mayores, extranjeros provenientes de países con alta incidencia,  los contactos de casos de tuberculosis, personas con VIH, diabetes mellitus, con dependencia al alcohol o drogas y en situación de calle. Aquellos privados de libertad, pueblos indígenas, trabajadores y trabajadoras expuestos a sílice o con silicosis, el personal de salud y los pacientes con otras inmunosupresiones.

Foto de CDC en Unsplash

¿Cómo se transmite? “Por el aire, cuando los microbios pasan desde una persona enferma que tose o estornuda a una persona sana. Con la tos y el desgarro se expulsan gotitas que en su interior llevan los microbios”. Y la detección no es rápida, como ocurre con el COVID-19 que en algunos casos el resultado está en cuatro horas. Para esta enfermedad se realiza un examen de expectoración que se llama “baciloscopía” y son dos muestras en días distintos.  Y si bien hoy existe tratamiento, a veces el esquema inicial de fármacos no funciona y hay que recurrir a uno más agresivo; dejando en algunos casos importantes daños a nivel pulmonar.

“Durante el año 2020, debido a la pandemia, se produjo un descenso importante de las actividades de localización de casos de tuberculosis. A nivel nacional, el número de baciloscopías de diagnóstico pulmonar bajó en un 74%, el de cultivos en un 71%, y sólo las pruebas moleculares aumentaron en 26%. La disminución general en las muestras procesadas para localización de casos fue de un 70% respecto del año anterior”, se lee en el informe del Ministerio de Salud.

Un dato curioso es que en Chile y el mundo, la tasa de incidencia de tuberculosis es más alta en hombres que en mujeres. ¿Por qué? Los hombres tienen más acceso a la salud que las mujeres y por eso es mejor la pesquisa; y a que estos, tienen mayores alzas de consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, factores de riesgo para esta enfermedad.

Otros antecedentes: Afecta más a adultos mayores. Aysén es la región con los niveles de mortalidad más elevados, pero es en las regiones de Arica y Tarapacá donde se presenta la mayor cantidad de casos.

¿Alguna relación con la migración? Bárbara explica: “Los distintos países que migran hacia nosotros, también tienen un pobre manejo en cuanto a la tuberculosis. En cuanto a búsqueda y tratamiento, o por recursos. También hay que tener presente las condiciones en las que viajan. Vienen hacinados en buses o vans, o caminan por el desierto en grupos y están hacinados para protegerse del clima. Todo lo que conlleva la inmigración, provoca que haya un riesgo de contagio en el viaje. Y los síntomas se manifiestan cuando ya llegaron acá”.

La invitación es a informarse y prevenir esta enfermedad. Si bien hay una vacuna, la BCG, esta no impide el contagio. Sólo que el paciente no se agrave. Más información en https://diprece.minsal.cl/programas-de-salud/programas-enfermedades-transmisibles/tuberculosis/

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