Es importante abordar la situación con sensibilidad y comprensión para entender por qué o para qué la persona se aísla socialmente. Vivir en soledad es una opción personal pero la soledad no deseada es una problemática que parece crecer cada día y sus consecuencias son muy peligrosas para la salud y calidad de vida de las personas.
En la Fundación Vejez Activa Chile explican que es importante estar presente y disponible para la persona mayor durante este proceso, ofreciendo un sentido de comunidad y pertenencia que puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional y mental.
Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo actuar si se está aislando socialmente:
-Iniciar una conversación: acércate a la persona mayor de manera comprensiva y amigable. Exprésale tu preocupación por su bienestar y háblale sobre lo importante que es la conexión social para la salud emocional y mental.
-Escuchar activamente: permítele expresar sus sentimientos y preocupaciones sin juzgarlo. Escucha con atención y valida sus emociones, demostrando comprensión y empatía.
-Ofrecer apoyo: pregunta si hay algo específico que esté contribuyendo a su aislamiento social. Ofrece tu ayuda o el contacto de otra persona que pueda ayudarle a encontrar soluciones juntos. Apóyalo en la búsqueda de actividades sociales que le resulten gratificantes.
-Proporcionar opciones: sugiere diversas actividades sociales que podrían interesarle, como unirse a grupos de interés, participar en actividades comunitarias, asistir a eventos o inscribirse en clases o clubes.
-Respetar sus límites: respeta su espacio personal y sus límites. No lo presiones para participar en actividades sociales si no se siente cómodo, pero anímale a dar pequeños pasos hacia la conexión social.
-Ser persistente pero comprensivo: si inicialmente rechaza tus intentos de ayuda, sigue mostrando interés y ofreciendo tu apoyo de manera comprensiva y respetuosa.
-Conectarlo con recursos: investiga y ofrece información sobre servicios y recursos locales disponibles para adultos mayores, como centros de día, grupos de apoyo, programas de voluntariado, o servicios de y para personas mayores.
-Mantener el contacto: preocúpate de mantener el contacto regular con el adulto, a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos o visitas personales. Así le demuestras que te importa y estás allí para él.