Para manejar los síntomas psicológicos y conductuales de una persona con demencia se debe controlar a la persona periódicamente con un equipo multiprofesional. Generalmente, el manejo en situaciones más complejas, como la depresión y la agitación, se hace utilizando fármacos.
El equipo psicosocial de la Fundación Vejez Activa Chile explica que también hay otras acciones no farmacológicas muy efectivas, entre ellas:
- La actualización constante de parte de los/as cuidadoras y familiares para que entiendan la naturaleza de la demencia y cómo puede afectar el comportamiento y la cognición. Cuanto más sepan sobre la enfermedad, mejor podrán manejar los síntomas y responder de manera compasiva y comprensiva.
- Mantener un ambiente seguro y cómodo puede ayudar a reducir su ansiedad y confusión.
- Mejorar la comunicación efectiva, es decir, aprender a escuchar, utilizar un lenguaje claro y simple, hablar lentamente y mantener un tono de voz tranquilo. La estimulación cognitiva también ayuda a mantener el cerebro activo y mantener las habilidades necesarias para la vida cotidiana.
- Practicar hitos religiosos y espirituales.
- Realizar actividad física constante.
- Practicar algunas técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación, también puede ayudar a los cuidadores a manejar el estrés y la frustración que pueden surgir al cuidar a una persona con demencia.
- El apoyo emocional y social, tanto para la persona con demencia como para sus cuidadores, puede ser de gran ayuda. Participar en grupos de apoyo, buscar ayuda profesional cuando sea necesario y mantener conexiones sociales puede ayudar a reducir el aislamiento y la carga emocional asociada con el cuidado de una persona con demencia.