Responde María Isabel Robles, Directora Nacional Técnica de Apoyo, Cuidado y Desarrollo de Autonomía del Hogar de Cristo
Muchas de las caídas y/o golpes que les ocurren a las personas mayores pueden evitarse. Las principales medidas que se pueden adoptar son simples y consisten en:
- Eliminar los obstáculos y el desorden. Despejar los lugares por donde transitan con regularidad al interior de la vivienda y en el exterior. Evitar pisos resbaladizos o alfombras con las que puedan tropezarse.
- Mantener una buena iluminación en los distintos espacios de la vivienda.
- Contar con dispositivos para que pueda comunicarse fácilmente si necesita algo. Por ejemplo, con un timbre para llamar o equipos con botones y números grandes para el uso de la persona mayor. Incluso, si es posible, instalar cámaras al interior para monitorear.
- Guardar objetos de uso diario en lugares de fácil acceso. Esto les permite mejorar o mantener la independencia con seguridad, evitando que usen sillas o escaleras para alcanzarlos o tengan que agacharse demasiado y después no puedan levantarse.
- Adaptar el baño, instalando barras de apoyo en la ducha o barandas cerca del WC, elementos que ayudan a disminuir el riesgo de caídas. Utilizar sillas de ducha o receptáculos y pisos antideslizantes. De más está decir que hay que reemplazar las tinas por duchas amplias y con barandas para sujetarse.
- Adaptar el dormitorio. Las camas deben estar a una altura adecuada para que la persona no tenga que hacer un gran esfuerzo al subirse si está muy alta o para ponerse de pie en el caso de estar demasiado baja. Las camas clínicas son la mejor opción cuando existen dificultades físicas.
- Es recomendable que la habitación esté en un primer piso para evitar las escaleras y que los muebles tengan puertas corredizas para evitar golpes y lesiones.