Las enfermedades crónicas más frecuentes afectan especialmente al sistema cardiovascular (hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, cardiopatía coronaria); al aparato respiratorio (EPOC y otras), al sistema osteoarticular (artrosis); y a los órganos de los sentidos; además de las alteraciones neurocognitivas (demencias) y diabetes.
La mejor opción para la prevención y manejo es el control periódico de salud. No solo aquel motivado por síntomas específicos, sino el control en personas que no tienen síntomas y dicen sentirse bien.
En el sistema público de salud existe desde hace muchos años el Examen Anual de Medicina Preventiva del Adulto Mayo (EMPAM), que permite la detección temprana de riesgos y su corrección oportuna.