Hay varias razones que pueden estar afectando sus ganas de comer:
-Problemas de deglución. Es decir, dificultades para tragar. Esto es frecuente en las personas de edad y se presentan especialmente con alimentos sólidos, como frutos secos, carne, pan, frutas con cáscara, según explica Laura Cáceres, fonoaudióloga de la Unidad de Memoria del Hospital Salvador.
-El cerebro secreta menos saliva, que es fundamental para tener una buena deglución. Esto puede ir acompañado de la toma de medicamentos que secan la boca, afectando el habla y la masticación.
-Pérdida natural de masa muscular que afecta también a los músculos de la masticación y del cuello, haciendo más difícil tragar.
-Pérdida de dientes que produce una retracción de los huesos inferiores de la mandíbula.
-Cambios en el gusto y olfato propios de la edad y que afectan las ganas de comer.
-Cambios en el esófago y la faringe, que hacen que los alimentos desciendan con mayor lentitud hacia el estómago.
-Demorarse mucho en masticar lo que hace que pierda las ganas de comer.
-Se deben evaluar cuál o cuáles podrían ser las causas y tomar medidas de acuerdo a ello.