Responde María Isabel Robles, Directora Nacional Técnica de Apoyo, Cuidado y Desarrollo de Autonomía del Hogar de Cristo

Es importante no obligar a nadie a tomar sus medicamentos, hay que encontrar otros recursos.

Una primera recomendación es conocer las causas por las que la persona mayor no quiere tomarlos. Por ejemplo, si se le olvidó, si piensa que ya se lo tomó, si le parece desagradable al gusto, si no sabe para qué lo toma y cuáles son sus beneficios. Esto permitirá buscar la solución más adecuada para la persona.

Algunas estrategias a utilizar:

• Mantener los medicamentos organizados: reduce los olvidos y genera más conciencia del tratamiento que debe seguir.
• Crear un ambiente amable, relajado: conversar, preguntar lo que le pasa o siente sobre esto. A veces es necesario dedicar tiempo a este punto, que no es para nada trivial.
• Cambiar el formato de la medicación si es que le resulta incómodo o difícil de ingerir. Mezclar con alimentos previa consulta al médico tratante.
• Ser flexible, paciente: si la persona mayor no quiere tomar la medicación, conviene esperar un rato y volver a intentarlo. No perder la paciencia y dar prioridad al medicamento más importante.
• Contactar al médico: es posible que la medicación tenga algún efecto secundario. Quizás sea ésta la causa por la que la persona mayor no quiere tomarla.