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Cristina Legares:

“Todos los emprendedores tienen un compromiso emocional con su proyecto”

La jefa de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de AFP Habitat ha estado detrás de Piensa en Grandes, fondo concursable para iniciativas de innovación que mejoran la calidad de vida de las personas mayores. Desde esa cercanía, no la sorprende que dos ideas ganadoras sean de un hijo y dos nietos a partir de accidentes de salud de su padre en un caso y de sus respectivos abuelos en el otro. Se trata de Grace, este año, y de GCare, en 2019.

Por Ximena Torres Cautivo

12 Octubre 2021 a las 16:58

-En Barcelona, donde yo nací, existe un proyecto que se llama Radar. Lleva ya muchos años funcionando y nace para paliar los efectos de la soledad y prevenir situaciones de riesgo de las personas mayores. Hoy en Barcelona más del 40 por ciento de los mayores de 85 años viven solos y esta iniciativa comunitaria, en la que trabajan los vecinos, los comercios, las farmacias y los centros de salud, es una red que está atenta a las necesidades de las personas grandes del barrio. Hay lazos, vínculos entre ellos y eso ayuda muchísimo a que los vecinos mayores tengan un soporte y vivan mejor en sus casas, sin ser institucionalizados.

Cristina Legares (48) es alta y catalana por donde se le mire. Administradora de empresas, jefa de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de AFP Habitat y una comprometida con la alianza Piensa en Grandes, de la que también participan Hogar de Cristo y la consultora Vinson, conoce mejor que nadie su evolución y alcances. Nacida como un fondo concursable de innovación social para apoyar proyectos que busquen solucionar problemas cotidianos de los adultos mayores, ha ido creciendo y participado de otras iniciativas, como  “Por un Bien Mayor”, al que en 2020 se sumaron la Municipalidad de Puente Alto, el Servicio Nacional del Adulto Mayor, Corporación Simón de Cirene y Compromiso País. Ese año, a causa de la pandemia y la emergencia sanitaria, no hubo fondo concursable y se optó por este programa piloto que buscó apoyar a 14 establecimientos de larga estadía de Puente Alto a regularizar su funcionamiento, y que se aspira sea replicable en comunas de todo el país.

Cristina estuvo cerca del éxito de los dos hogares que consiguieron su regularización: “Paula” y “Orfelina”, se llaman. Y este año está feliz porque el concurso Piensa en Grandes se retomó, con más de 100 proyectos participantes y tres premiados –Grace, Situ y Mentor Senior–, los que ya empezaron con sus mentorías y el trabajo que apoya el fondo con 20 millones de pesos para cada uno de los dos primeros y de 8 millones para el tercero.

En el programa radial “Piensa en Grandes”, donde todos los sábados a las once de la mañana, se habla con personas grandes inspiradoras o con especialistas que saben de los temas de esta etapa de la vida, Cristina es la invitada número 22 del año. Y elige “Feeling Good”, interpretada por Nina Simone, porque era la canción favorita de su papá, aquella con que iniciaban el viaje en auto rumbo a las vacaciones anuales cada verano cuando era niña.

-Hoy tu papá está muy mayor y vive en una residencia geriátrica. ¿Cómo ha sido estar tan lejos en medio de una pandemia que ha causado tantas muertes en esos lugares en toda España?

La verdad es que no ha sido fácil. Además de la distancia, fue una etapa en que las personas mayores, acá y allá, estuvieron muy encerradas, en que fallecieron muchas personas. En España, la vacuna llegó más tarde que acá, pero respecto de mi padre, gracias a Dios, me sentí tranquila porque estuvo bien cuidado, protegido, aunque hasta hoy sólo lo podemos ver dos veces por semana.

-En ese tiempo el año pasado, participaste del proyecto que terminó llamándose Por un Bien Mayor, ¿cómo fue esa experiencia?

-Fue muy importante visibilizar la realidad de hogares informales donde viven adultos mayores y crear un modelo de intervención para fortalecer el cuidado de los residentes y también apoyar a los sostenedores en la formalización de las residencias. La informalidad es una realidad de la que desconocemos incluso su dimensión. Se estima que habría entre novecientos y hasta tres mil de ellas en esa situación en el país. Participar de un piloto para aprender del tema en Puente Alto, con el apoyo de la municipalidad, en catorce hogares que atienden a una población de doscientos adultos mayores, fue muy importante. Éramos un equipo de 40 profesionales que desarrollamos un modelo aplicable a todas las residencias de larga estadía de Chile. De esa experiencia nació Por un Bien Mayor, programa que hoy es liderado por Simón de Cirene y lo que pretende es extender el modelo de intervención a todo Chile con el apoyo de diversas organizaciones públicas y privadas.

A Cristina le tocó liderar la intervención en los hogares “Orfelina” y “Paula”. Y, a pesar de estar viviendo lo más intenso de la pandemia, visitó ambas residencias y conoció a sus dueñas, “que son mujeres ambas, muy dedicadas, involucradas en un ciento por ciento con las personas mayores que tienen a su cargo, a las que tratan como si fueran de su familia. Ellas tenían carencias muy grandes, fruto de no recibir ayudas ni financiamientos oficiales, y de desconocer protocolos de cuidado que hoy el Servicio Nacional del Adulto Mayor establece en los hogares formales. Fue muy remecedor para mí ese trabajo”.

Que la labor de cuidador de un adulto mayor suele recaer sobre hijas, hermanas, nietas, es un hecho. Y algo se ha hablado de darles un reconocimiento concreto a quienes ejercen ese desgastador rol, que les impide trabajar de manera remunerada y las somete a mucho estrés. Cristina responde sobre iniciativas de políticas sociales en ese sentido. Dice:

-Las mujeres no sólo aquí en Chile, sino en Argentina y España, países donde he vivido y por lo tanto conozco bien, son las principales implicadas en el cuidado familiar. Y ciertamente me parece que es de toda justicia que esa labor sea reconocida y pagada. Ese es un elemento clave para que aquellas personas que necesitan de este cuidado puedan continuar viviendo en su entorno familiar cotidiano, porque está demostrado que las personas mayores que siguen en su casa, en su ambiente, con los suyos, envejecen mejor. No es malo pensar en que las cuidadoras de adultos mayores pudieran tener una especial protección constitucional.

MOTIVACIONES PERSONALES

Justo en el Día del Adulto Mayor –el 1 de octubre– fue “el pitch day” de la versión 2021 de Piensa en Grandes, en que los gestores de los 12 proyectos finalistas de esta segunda versión del fondo concursable, expusieron sus ideas para mejorar la vida de las personas mayores. Cristina comenta sobre los 103 participantes de este año:

-Nos tiene muy contentos el nivel de convocatoria, ya que llegaran proyectos desde todas las regiones de Chile y participaron muchas más organizaciones sociales que en la primera versión, además de emprendedores de pequeñas empresas. La gran novedad de este 2021 es haber creado dos categorías de postulación, a una le llamamos Incuba, que es para aquellas iniciativas que se encuentran en fase de prototipo. La otra es Implementa y apoya a aquellos emprendimientos que ya cuentan con un mínimo producto viable y ahora hay que acompañarlos para que logren lanzarse al mercado.

-Cuéntanos qué destacarías de los tres proyectos ganadores, dos Implementa, y uno Incuba.

-El jurado de Piensa en Grandes está formado por representantes de Hogar de Cristo, Vinson Consulting y AFP Habitat, un experto en pitchs y dos personas mayores destacadas, que han sido entrevistadas en el programa Piensa en Grandes, de radio Cooperativa. Ellos son Patricia Pupkin, directora de Fundación Amanoz, y el arquitecto Patricio Gross. Todos ellos premiaron a Mentor Senior, en la categoría Incuba, con 8 millones de pesos y medio año de mentoría. Se trata de una plataforma de empleos que busca conectar adultos mayores que tengan diferentes especialidades y experiencia profesional para apoyar emprendedores o pequeñas empresas de manera part time. Hoy sabemos que vivimos más y, por lo tanto, debemos aprovechar el conocimiento y la experiencia de adultos mayores, que pese a estar jubilados, quieren seguir aportando. En la categoría Implementa hubo dos ganadores: el proyecto Grace, que es un dispositivo muy innovador para controlar los síntomas de la enfermedad neurológica conocida como Temblor Esencial, que ya ha tenido muy buenos resultados y necesita financiamiento y mentoría para seguir investigando y sacarlo al mercado. Y el otro es In Situ, una plataforma que concentra todos los servicios que requiere una persona mayor que quiere envejecer en su casa, desde el geriatra hasta el cuidador.

Entrega de dispositivo GCare a adultos mayores de Programa de Atención Domiciliaria Adulto Mayor Fundación Hogar de Cristo. AGENCIA BLACKOUT

Me llamó la atención que, tal como sucedió con el primer fondo concursable donde uno de los ganadores fue GCare, ahora también hubo una propuesta de salud que nació de una experiencia traumática de un adulto mayor vinculado a los creadores de la iniciativa. En este caso, Grace. ¿Cómo lees esa coincidencia?

-Habiendo tenido la oportunidad de conocer a las personas que están detrás de estos proyectos, diría que no es coincidencia. Finalmente, la mayoría de los emprendedores exitosos o que encuentran soluciones viables a problemas cotidianos son personas que han vivido muy de cerca el problema que buscan resolver. Tienen un vínculo, un compromiso emocional muy fuerte con su proyecto, porque hay un origen familiar traumático, una experiencia límite cercana que los impulsa a buscar soluciones. Felipe Nagel, el joven gestor de Grace, empezó con su idea cuando a su padre, que es médico traumatólogo, se le empezó a manifestar el temblor esencial. Además, todos son personas inquietas y con marcada sensibilidad social que los lleva a querer mejorar la calidad de vida de quienes por su edad están teniendo dificultades. Ese es el factor común de los cinco emprendedores que hasta ahora  han ganado este fondo de innovación social.

-Por lo que te ha tocado ver, aquí, en España y en Argentina, donde has vivido y trabajado, ¿cuál es el mayor problema de las personas grandes?

-La soledad, sin duda, y el temor a perder la autonomía. Cada vez son más las personas mayores que viven solas y esa tendencia seguirá aumentando, porque vivimos más, por eso es tan importante construir redes en el entorno barrial, con la comunidad. Esas redes dan una contención muy importante, favorecen la convivencia intergeneracional y levantan alarmas.

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