Aldo Galindo arrienda a personas que vivieron en la calle
Uno de los principales obstáculos que ha enfrentado este programa piloto revolucionario en el país pues otorga por primera vez vivienda a personas en situación de calle, es la negativa de los arrendadores por prejuicios y temores. Afortunadamente, hay excepciones y Aldo Galindo es una de ellas.
Por María Teresa Villafrade
12 Julio 2019 a las
10:17
De profesión contador, Aldo Galindo ha vivido siempre en San Bernardo. En esa comuna ha adquirido dos departamentos como inversión. Uno de ellos lo entregó en arriendo al Hogar de Cristo, en el marco del programa piloto que ejecuta llamado Vivienda Primero. La iniciativa otorga un techo digno a personas en situación de calle, es financiada por el ministerio de Desarrollo Social y cuenta con el apoyo del de Vivienda.
Basado en el modelo Housing First, ha sido aplicado con buenos resultados en Estados Unidos, Canadá y varias naciones de Europa: entre el 70% y 80% de las personas que ha ingresado a estos programas se mantiene fuera de la calle luego de 2, 3 o 5 años de evaluación. Se trata de un cambio de paradigma en la política social ya que pone como punto de partida para la trayectoria de superación de calle, el contar con una vivienda primero y sin exigencias previas.
En los cuatro meses que lleva implementándose en Chile -hay programas en la Región Metropolitana y en la del Biobío-, uno de los escollos más importantes para esta iniciativa ha sido conseguir arrendadores dispuestos a entregar su propiedad para ser habitada por adultos mayores vulnerables que han permanecido en promedio cinco años en situación de calle.
Aldo Galindo es la excepción. Cuenta que puso un aviso en el diario y fue contactado por Tamara Elgueta, la encargada del programa Vivienda Primero en Hogar Cristo, quien le contó del proyecto con total transparencia.
“Entiendo que mucha gente sea reticente, que se complique. Obviamente, en mi caso, lo pensé, pero antes tuve una experiencia positiva con otra institución importante. El otro departamento lo tuve arrendado por tres años a la iglesia mormona, pero con un uso distinto, porque ellos la querían para sus integrantes que llegan de Estados Unidos y otros países. Eran en promedio cuatro chicos que venían por unos meses y se iban rotando. Eso significó que el departamento sufrió algunos daños, pero todo fue reparado por la organización y me lo entregaron impecable”, explica.
Por esa razón tuvo confianza en que el Hogar de Cristo iba a responder de igual manera.
-¿Antes habías tenido algún contacto con la causa de Alberto Hurtado?
-Sí, mi mamá fue socia muchos años del Hogar de Cristo. Y me enseñó desde niño de qué se trataba esa gran labor de solidaridad. Además, la institución es una marca muy bien posicionada. Eso lo reconozco, es muy difícil que alguien no sepa qué es el Hogar de Cristo.
-¿Has tenido oportunidad de conocer a tus nuevos arrendatarios?
-En persona no, pero sí en fotos que me enviaron. Espero conocerlos pronto. Ojalá que este programa resulte y que estas personas salgan adelante, que les vaya muy bien. Les deseo mucha suerte.
En la foto se observa a uno de los residentes del departamento arrendado por Aldo Galindo.