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Ramón Novell, psiquiatra:

“La pobreza es clave en el desarrollo de discapacidad intelectual”

El reconocido profesional español, con más de treinta años trabajando en temas de salud mental, estuvo en Chile participando de un congreso organizado por la Universidad Andrés Bello. Durante su estadía, aprovechó de visitar dependencias de Rostros Nuevos y conversó acerca de la pobreza y los nuevos paradigmas de la discapacidad mental.

 Por María Luisa Galán

12 Septiembre 2018 a las 17:15

 

“Este es un trabajo con resultados excelentes, que se realiza con muy pocos recursos, lo que es realmente un mérito, por lo tanto mis felicitaciones sinceras. El modo en que trabajan es muy similar  a la forma en que nosotros lo hacemos en España; la diferencia está en de donde procede el dinero. Nosotros somos parte de la red pública”, declaró el psiquiatra español Ramón Novell, quien estuvo en Chile para dictar una charla en el Congreso de Discapacidad Intelectual organizado por la Universidad Andrés Bello. El tema: educación, salud mental e inserción social y laboral. Novell, quien tiene una larga trayectoria en estas materias y actualmente es jefe del área de salud mental de personas con discapacidad intelectual en el Instituto de Asistencia Sanitaria de Girona, ciudad catalana, en su paso por nuestro país visitó dependencias de Rostros Nuevos, fundación del Hogar de Cristo. Quedó verdaderamente admirado.

 

En su recorrido por el Centro de Acogida Residencial San Luis Gonzaga y el Programa de Apoyo Familiar Domiciliario, ambos ubicados en La Granja, destacó el trabajo que realiza Rostros Nuevos por las personas en situación de pobreza y discapacidad mental. Y, vía telefónica, dado lo breve de su estadía en Chile, nos respondió algunas preguntas.

-¿La pobreza es un factor que aumenta o complejiza la situación de quienes presentan discapacidad mental?

-Sin duda, es uno de los principales factores. Hay estudios muy interesantes, tanto en Inglaterra como en Australia, que demuestran que esa condición social es uno de los factores claves en el desarrollo de la discapacidad intelectual, sobre todo en niveles de inteligencia al límite o discapacidad ligera. Además, sabemos que en la primera infancia la pobreza condiciona el déficit alimentario, lo que va a mermar el desarrollo neuronal de las personas.

-En Chile, un poco más del dos por ciento del presupuesto de salud está destinado a salud mental, ¿qué opina? 

-Es muy preocupante. La forma de vida actual genera, entre otras, un aumento en la patología mental, entonces es sorprendente que el gobierno destine ese porcentaje tan escaso. Sin duda, debería ser superior. El incremento en nuestro país ha sido espectacular; hoy se ha destina aproximadamente un 20 por ciento del presupuesto de salud a salud mental. Existe además una apuesta por los servicios públicos. En Cataluña, la red de salud mental, concretamente la de discapacidad intelectual, tiene recursos para poder trabajar en la comunidad y no depender de las fluctuaciones externas, como pueden ser los aportes de los patrocinadores, a través de la Subsecretaria Sanitaria.

-¿Ha cambiado mucho la formación de los profesionales en salud mental en los últimos años?

-Hoy el enfoque es mucho más comunitario, centrado en la persona como ente integral, lo que es muy distinto del enfoque tan médico-asistencial que antes se utilizaba. Por otro lado, en el ámbito de la discapacidad, Cataluña dispone de una red pública para atender en salud mental y ha formado y sigue formando especialistas constantemente. El enfoque comunitario consiste en no esperar a que la persona venga a la consulta, sino que es el equipo el que se desplaza hacia donde está la persona, a evaluar sus necesidades. Se busca así una intervención prematura, preventiva, para evitar que la persona necesite recursos muchos más especializados, como puede ser lo hospitalario.

-Lleva más de 30 años trabajando en temas de discapacidad mental, ¿cómo ha evolucionado el concepto desde sus inicios hasta hoy?

-En los últimos años, sobre todo en países desarrollados o en vías de desarrollo, el paradigma y concepto de discapacidad intelectual ha avanzado significativamente. Desde una perspectiva asistencial, caritativa, de “los pobrecitos”, a una situación en la que las personas con discapacidad mental son consideradas como ciudadanos que necesitan apoyo para disfrutar de lo que la sociedad les ofrece y aportar en la medida que es posible.

-Aún existe miedo o rechazo hacia las personas con discapacidad, muchos no saben cómo tratarlos. ¿Es esto falta de cultura?

-Falta muchísima cultura, incluso en países como España. No es temor físico, sino a que vaya a suceder algo. Básicamente, es la dificultad de aproximarse a las personas que no entendemos, por lo que puede pasar dada su condición cognitiva, sus problemas lingüísticos y otras dificultades.

-Hay también muchos mitos asociados a las personas con discapacidad mental, como que son agresivos.

-Son mitos que debemos combatir con educación a todos los niveles, no sólo profesionales, sino de la sociedad en general. Y hay que aplicar el sentido común. La condición de discapacidad no está asociada a la agresividad. Si la agresividad aparece es consecuencia de la adaptación al entorno; nosotros como entorno no sabemos adaptarnos a sus necesidades. También hay conceptos erróneos en cuanto a su sexualidad. Si nos preguntamos quién es más perverso en esa área, yo ya tengo la respuesta: no son ellos.

-En estos años trabajando con personas con discapacidad mental, ¿qué ha aprendido de ellas?

-Que nos dan mucho más de lo que nosotros les damos a ellos.

 

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