Por Patricio Moyano, Jefe de Operación Social Arica y Parinacota de Hogar de Cristo
La vejez en Arica dista mucho de ser una imagen idílica de jubilados disfrutando del ocaso dorado en la ciudad de la eterna primavera. En realidad, es una dura mezcla de aislamiento, pobreza y soledad. Hablamos de adultos mayores en zonas rurales que mantienen niveles de pobreza significativamente mayores a los urbanos, con el 33,1% viviendo en pobreza multidimensional, en comparación con el 16,5% en zonas urbanas.
En la macrozona norte
Que incluye Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, algunas comunas como Camarones, General Lagos, Putre, Colchane y Sierra Gorda, son las más envejecidas. En ellas, llegar a un hospital puede demorar hasta 484.9 minutos, más largo que muchos vuelos internacionales. Los tiempos de acceso a centros de salud primaria varían entre 57 y 224,3 minutos, y a cuarteles de Carabineros entre 44,5 y 176,5 minutos, siendo estos últimos los servicios más próximos.
Santiago, 01.04.24. Fotografías de participantes de Residencia de Adultos Mayores de Recoleta, para libro “Del Dicho al Derecho. AGENCIA BLACKOUT
Esta situación de aislamiento en zonas rurales de Arica y Parinacota ha empujado a muchos adultos mayores a un estado de profunda soledad. Muchos pertenecen a pueblos originarios y, frecuentemente, optan por no adherirse a tratamientos médicos convencionales. La atención geriátrica es casi inexistente: la región cuenta con apenas un geriatra disponible, lo que agrava aún más su vulnerabilidad.
Esta realidad
No es un fenómeno propio de nosotros en Arica. Organizaciones como el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos y revistas como The Economist han calificado la soledad como una epidemia y han comparado el fenómeno con la lepra del siglo 21.
Hoy, a pesar de los importantes esfuerzos de los servicios públicos para acercarse a las localidades, es crucial avanzar en detener el maltrato psicológico, físico y patrimonial contra los adultos mayores de nuestra región y reivindicar políticas sociales que brinden acompañamiento y cuidados adecuados en esta etapa de la vida. El foco debe ser incluir, acompañar y proteger al segmento más vulnerable y aislado de nuestra sociedad.
Santiago, 01.04.24. Fotografías de participantes de Residencia de Adultos Mayores de Recoleta, para libro “Del Dicho al Derecho. AGENCIA BLACKOUT
Por eso, desde el Hogar de Cristo, seguimos transformando nuestras residencias en una red de servicios de cuidado domiciliario y ambulatorio, extendida y personalizada, que se acerca a las personas mayores en lugar de esperar que ellos vengan a nosotros. Nos aseguramos así –proactivamente- de que la desatención, el aislamiento físico, la depresión y la soledad no pongan en peligro la vida de los 200 mil adultos mayores que hoy viven bajo la línea de la pobreza en Chile.