el alcalde más longevo de Chile
El edil de Pucón, con sus 80 años, ganó en una reñida elección y asumió su séptimo período apenas unos meses después de haber fallecido su esposa a causa del Covid-19. Fue el entrevistado del capítulo sexto del programa “Piensa en Grandes” y aquí relata las dificultades que enfrenta en su trabajo.
Por María Teresa Villafrade
21 Julio 2022 a las 19:30
“Soy longevo, pero mi cabeza es joven”, es lo primero que advierte el alcalde de Pucón, Carlos Barra, en su entrevista a Gonzalo Araya, conductor del programa Piensa en Grandes de radio Cooperativa.
Es comerciante y en 1994 decidió postularse por primera vez como edil de una de las ciudades más turísticas de Chile. “Desde esa fecha hasta ahora, prácticamente he estado viviendo en la Municipalidad, abandoné mi casa y eso que está ubicada al frente del edificio consistorial”, dice para dar cuenta de lo absorbente que es su trabajo.
“Estoy feliz de hacerlo, porque si bien es demoledor este cargo, muy complicado, ya que desde las siete de la mañana tienes que estar levantado porque los vecinos y la comuna te necesitan. Nunca olvido que la primera puerta del Estado frente a cualquier situación que ocurra es la municipalidad, no es la Intendencia, no es la Cámara de Diputados”, señala.
Asegura que si Dios no dispone otra cosa, el 2024 completaría 26 años –ya que hubo un período en que no postuló entre 2008 y 2012– al servicio de Pucón. “Y con la satisfacción de haber colaborado en el desarrollo de esta comuna tan hermosa que se ha convertido en el mejor destino turístico de Chile”.
-¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta para estar tan activo a los 80 años?
-Usted sabe que las cosas han cambiado. Antes se tenía respeto a las personas mayores, si tenías 50, 60, 70 años. Hoy no es fácil ser candidato a alcalde si tienes más de 70 años; si tienes 80, menos porque ya no eres tercera edad, sino casi de la cuarta edad. Hoy el paso es a la juventud, entonces yo creo que formo parte de los últimos alcaldes de esta edad que estamos quedando en el país. La dinámica del cargo me ha llevado a sentirme joven siempre, pero es un cargo que es para una persona de mediana edad. Comencé a los 54 años y me he mantenido porque la gente, creo yo, me respeta. Pero no creo que sea fácil para un adulto mayor postular a una responsabilidad como esta.
Para Carlos Barra deberían existir escaños reservados para personas mayores en los concejos municipales porque ellos tienen mucha sabiduría e ideas que aportar. “Yo llevo 62 años como voluntario activo del Cuerpo de Bomberos de Pucón”, agrega.
La comuna de Pucón fue reconocida recientemente por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) como la más amigable para las personas de la tercera edad. “No son muchas esas ciudades en nuestro país, nosotros nos hemos abierto en este sentido para que vengan y vivan acá las personas mayores. En el verano, ponen el orden y los jóvenes, el desorden, pero tenemos que compatibilizar igual. Nuestra comuna siempre ha sido segura, ordenada y limpia”.
En una entrevista publicada en La Tercera el 30 de enero del 2021, contó que su esposa, Eliana Figueroa, falleció a los 78 años de coronavirus a un mes de su aniversario de 60 años de casados. Su comuna había entrado en cuarentena por primera vez en toda la pandemia, justo en los mejores meses del turismo, y él también se contagió.
Ambos estuvieron hospitalizados en la Clínica Alemana de Temuco, a un piso de distancia.
“Imagínate saber que estábamos los dos ahí: ella en un piso en donde yo no la podía visitar ni verla y con esta tremenda incertidumbre que significa tener esta enfermedad, que todos los días uno no sabe qué le van a decir los médicos”, contó en esa ocasión Barra.
La pareja cumpliría 60 años de casados el 25 de febrero de 2021. La historia de ambos es larga y parece de película: Eliana Figueroa fue la primera y única pareja de Barra, cuando apenas tenían 13 y 14 años. “La conocí en un negocio que teníamos con mi familia, intercambiamos las miradas y fue amor a primera vista. De ahí en adelante seguimos, nos escribimos muchas cartas lindas. Yo después me fui a estudiar a Temuco y ella se quedó viviendo en el campo. Todos esos años fui a visitarla en bicicleta”, recuerda Barra.
Ya a los 18 de ella y 19 de él, estaban casados. Aunque no fue fácil, cuenta, pues por ese tiempo la mayoría de edad era a los 21 años. Tuvo que convencer a sus suegros para que le dieran permiso. “Después de eso nos fuimos a vivir sin nada, con el puro amor y ahí entramos en una vida de ser comerciantes, como era mi origen y empezamos a trabajar en negocios. Teníamos un camioncito, la carnicería, y después fuimos consolidando la situación económica. Ella me acompañaba permanentemente”.
Por eso es que para él el 25 de febrero era importante. Tenían planes para celebrar: “Ella coincidía en hacer algo sencillo, sin ninguna pituquería. Algo con muchos asados al palo, muchas cosas para servirse y pasarlo en el campo, bajo unos árboles lindos”.
Sólo que entonces Carlos Barra se encontró con la fatalidad de enero. La misma que había predicho un mes antes y que le arrebató a su esposa y, también, envió a su comuna a cuarentena por primera vez durante toda la pandemia. Justo en medio del verano, la época que el alcalde tanto quería proteger.
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