Por el derecho a votar
Votar es un derecho ciudadano y todos los chilenos tienen la obligación y el deber de ejercerlo. Pero a los más vulnerables, frágiles y sin recursos, no les resulta tan simple hacerlo. Falta de movilidad física y de transporte es el gran impedimento. Por eso, este domingo, en estas elecciones 2022, trabajadores voluntarios de la fundación llevaron a acogidos de nuestros programas a ejercer su voto.
Por María Luisa Galán
2 Septiembre 2022 a las 18:10
Casi 13 millones de personas acudieron a las urnas a cumplir con su obligación y su derecho cívico. Entre ellos estuvieron muchos acogidos de los programas del Hogar de Cristo, que no se quisieron quedar abajo en estas elecciones 2022. Por ello, es que durante semanas la fundación convocó y coordinó a trabajadores – voluntarios, para que los trasladaran y acompañaran a sus locales de votación. Esto, si bien cada programa auto-gestiona siempre a nivel local el traslado en días de elecciones, pero esta vez, dada la demanda e interés de la jornada, el llamado se amplió.
Quien coordinó esta iniciativa fue Paz Mackenna, subgerente de voluntariado del Hogar de Cristo. Ella explica sobre estas elecciones 2022: “Este año hemos estado en una campaña que se llama Voto Inclusivo, que en este año lo que busca es fomentar la participación de los acogidos del Hogar de Cristo, entendiendo que nadie puede quedar afuera del ejercicio de sus derechos, especialmente de la votación”.
Durante los últimos meses, los participantes de la fundación asistieron voluntariamente a las “Onces Constituyentes”, un espacio de información sobre el actual proceso electoral realizado en conjunto con el PNUD. Se hicieron 33 a nivel nacional, convocando a cerca de 800 acogidos.
De la información a la acción, ese fue el objetivo de esta campaña. “El proceso se cierra en el ejercicio real del sufragio. Por eso se levantó esta segunda etapa, que busca acompañar a las personas de los programas residenciales de la fundación, en el caso de que lo requieran, ya sea en el traslado o con voto asistido. No queremos que nadie se quede atrás. Creemos que es clave que las personas ejerzan su derecho. Una forma de restituir sus derechos es a través del voto, la participación electoral, y que no sean ciudadanos de otra categoría”, cuenta Paz Mackenna.
En los programas residenciales del Hogar de Cristo, hay muchos hombres y mujeres con movilidad reducida. Adultos mayores que por su avanzada edad les es difícil el traslado, o personas con discapacidad física que les resulta complicado tomar locomoción colectiva. Por ellos, por su derecho de ejercer su voto, es que como siempre los trabajadores de la fundación se pusieron manos a la obra este 4 de septiembre. De Arica a Punta Arenas, muchos fueron quienes los acompañaron.
Francisca López, jefa de pastoral del Hogar de Cristo, fue una de las voluntarias. Sobre su participación este 4 de septiembre, comentó: “El ejercicio de la democracia es una desafío para todos y todas, sobre todo en este proceso que estamos viviendo. Es urgente que hagamos parte a las personas que han sido históricamente excluidas de la esfera pública, política, de la toma de decisiones. Todos los votos valen exactamente lo mismo, es como un reconocimiento de la igualdad de las personas. Si hoy hay quienes cuentan con menos acceso y oportunidades de ejercer su voto, es muy importante que igualemos la cancha. Vivimos el día a día de forma muy individualista, pensamos en nuestras capacidades, nuestras oportunidades, sin considerar que hay un número importante de personas que por diversas razones no pueden votar y, por supuesto, es importante hacerse parte y apoyar. Esta instancia amplía la mirada y nos hace ponernos en los zapatos de otros”.
Andrea Igor, trabajadora social de la residencia Padre José Fernández de Puerto Montt, también se entusiasmó y se matriculó para ser voluntaria transportista el día del plebiscito. En el programa, donde habitan 42 adultos mayores, siete asistirán a sufragar; seis acompañados de familiares y uno por ella. Los otros no pueden por temas de salud y/o porque su local de votación está en otra región.
Acerca del domingo, dijo: “Apoyé porque así se garantiza que las personas mayores tengan igualdad de oportunidades. Las condiciones de salud en las que se encuentran, les imposibilita asistir solos. En mi caso, me motiva acompañarlo, que ejerza su derecho y que represente a la residencia”.
Claudia Gómez, directora de comunicaciones, también se sumó a la iniciativa. Dice: “Me ofrecí a participar porque creo profundamente que la participación de todas y todos los ciudadanos chilenos, serán los que asegurarán la democracia en Chile. Cuando las barreras para participar son el traslado por tener movilidad reducida o no tener transporte, qué me cuesta disponer el auto, llevarlos, acompañarlos y traerlos de regreso a su residencia. Con muy poco, uno hace una gran contribución a la democracia”.
Patricio Moyano, jefe de operación territorial en Arica, cuenta que en procesos pasados, cuando el voto era voluntario, los equipos del territorio lograban movilizar a quienes querían sufragar. En estas elecciones 2022, donde es obligatoria la participación y hubo cambio de sedes, se requirió un despliegue más grande de coordinación; teniendo que recurrir a voluntarios internos. Uno de ellos, es él.
“Llevé a Vilma, residente del Hogar Protegido, que tiene una discapacidad que no le permite ir sola. Además, le tocó votar en Poconchile, un caserío a 42 kilómetros de Arica, camino a Bolivia, y que tiene muy mala locomoción. Un bus que sube en la mañana y otro que baja en la tarde, y sino, hay que pagar particular. La idea de acompañarla es permitirle su derecho a voto. No porque le quede lejos, no tenga los recursos o movilidad, deje de ejercer su sufragio. Es su derecho”, cuenta Patricio.
Quien también fue trabajador – voluntario, fue el capellán del Hogar de Cristo, José Francisco Yuraszeck.
“Me motivó ayudar a que sea efectivo el derecho a votar y constatar que muchas personas, por razones de movilidad o edad, no puedan acceder a ese derecho. Aunque sea un pequeño aporte, me animo a llevar a algunas personas a su local de votación. Eso hace de Chile un país más digno y justo”.