En la sede vecinal de Lomas La Torre, ubicada en un rincón simbólico de la comuna, se llevó a cabo la asamblea final del programa de Primera Respuesta de Hogar de Cristo en Viña. El evento, cargado de emoción y agradecimiento, marcó el cierre de una iniciativa que se convirtió en una red de apoyo vital para cientos de familias afectadas por los devastadores incendios que arrasaron la región de Valparaíso a comienzos de febrero de 2024.
Por Matías Concha P.
30 Diciembre 2024 a las
18:24
El encuentro comenzó con un café de bienvenida. Alex Arancibia, jefe social territorial del Hogar de Cristo en Viña del Mar, abrió con unas palabras de gratitud y reflexión: “Este programa nació desde la emergencia, pero también desde la convicción de que juntos podemos construir algo más grande: una comunidad que sale adelante unida”. Su discurso resonó entre dirigentes sociales, vecinos y representantes de organizaciones colaboradoras, quienes participaron activamente en la ceremonia.
NACIDO DE LA EMERGENCIA
El programa de Primera Respuesta fue implementado tras los incendios que dejaron una estela de destrucción en sectores como el campamento Manuel Bustos, Lomas La Torre y Jardín La Torre. Entre marzo y junio de 2024, se brindaron 1.491 prestaciones a 500 familias, que incluyeron derivaciones a redes, información clave y contención emocional inmediata. Esta primera etapa reveló las profundas necesidades de los afectados, lo que motivó la continuidad del programa durante el segundo semestre del año.
El impacto fue tangible.
Entre julio y diciembre, 272 familias recibieron apoyo integral: 227 de ellas afectadas directamente por el incendio y 45 con casos sociales críticos. Además de la entrega de donaciones —que incluyó 750 frazadas, 52 gift cards y más de 20 millones de pesos en mercadería—, se organizaron talleres de liderazgo comunitario y sesiones psicológicas que fomentaron el empoderamiento y la participación local.
VOCES DESDE EL TERRITORIO
La jornada también estuvo marcada por las palabras de quienes vivieron la experiencia desde el corazón de la tragedia en Viña. Jessica Rivera, dirigente social de la Junta de Vecinos de Lomas La Torre, compartió con emoción: “Para toda la gente fue muy bueno, por la sencilla razón de que era algo que no teníamos. Me refiero a la comida, dinero, enseres de casa, mercadería… Para nosotros, fue sentir que no estábamos solos. En momentos de catástrofe, una como dirigente lo único que quiere es ayudar a la gente, y es lindo ver que no somos los únicos”.
Por su parte, Alex Arancibia destacó la importancia de la primera atención psicológica brindada por el programa: “La intervención no solo mitigó la emergencia en el corto plazo, sino que demostró el valor de la solidaridad social y la coordinación entre organizaciones y comunidades. Esto marcó un precedente en cómo enfrentar desastres de gran escala”.
RECONOCIMIENTOS Y UN COMPROMISO FUTURO
Durante la asamblea, se proyectó un video que recorrió los logros del programa y se entregaron reconocimientos a las dirigentas Jessica Rivera, Yazmín Aguilera y Marta González, quienes fueron pilares fundamentales en la organización de sus sectores. También se agradeció al equipo de Primera Respuesta liderado por Javiera Zabala y Javier Binimelis, y a las instituciones colaboradoras como Fundación Belator, AIEP y otras organizaciones sociales.
El evento cerró con la entrega de un mapa de redes comunitarias, simbolizando la continuidad del trabajo en el territorio. Aunque el programa finaliza, queda un legado de fortalecimiento del tejido social y una promesa de seguir acompañando a las comunidades en su camino hacia la reconstrucción.
LA ESPERANZA SE CONSTRUYE JUNTOS
El programa de Primera Respuesta en Viña fue una solución emergente, pero también un ejemplo de cómo la colaboración puede transformar vidas. Entre talleres, ferias comunitarias y el esfuerzo diario en terreno, Hogar de Cristo demostró que, ante la adversidad, la solidaridad chilena no tiene límites.
En palabras de una de la dirigente social, Yasmín Aguilera, homenajeada: “Nos mostraron que no estamos solos y que juntos somos más fuertes”. Esta frase, que resuena en cada rincón de Lomas La Torre, resume el espíritu del programa y el compromiso de seguir trabajando por un Chile más justo y solidario.