Jóvenes escolares arreglan casas con apoyo de Papa Johns
Estudiantes de cuarto medio del Liceo Ruiz-Tagle, ubicado cerca de la histórica Villa Alessandri en Estación Central, se imbuyeron del espíritu del activista social Alberto Hurtado y se dedicaron a arreglar las nuevas residencias para personas con discapacidad mental. Todo, con la ayuda de la afamada pizzería que se sumó a la cadena de favores y contribuyó con el almuerzo.
Por María Luisa Galán
11 Abril 2022 a las
15:40
En este regreso a clases presenciales, no todo son problemas de convivencia y los escolares también tienen buenas noticias que contar. Ejemplo de ello son los sesenta jóvenes de cuarto medio del Liceo Ruiz Tagle de Estación Central que, antes de terminar marzo, se arremangaron sus camisas para habilitar las dos nuevas residencias para personas con discapacidad mental que participan en el Hogar de Cristo.
En unas amplias residencias ubicadas cerca de la casa matriz de la fundación, en pleno barrio Chuchunco, vivirán 30 personas provenientes de los hogares protegidos de “Las Cañas”, ubicado en Lo Prado, y “Catedral”, en Quinta Normal. El traslado busca ofrecer mejores condiciones habitacionales y de espacio a las residentes.
Pero antes de ponerse manos a la obra, los estudiantes visitaron la tumba del Padre Hurtado en el Santuario del mismo nombre, para recibir e impregnarse de toda la energía del mayor activista social del siglo XX.
Luis Baeza, profesor y coordinador de pastoral del Liceo Ruiz-Tagle, contó sobre esta actividad: “Dentro de nuestra misión y visión está el que los jóvenes sean líderes, que tengan corazón para salir al mundo de hoy y, especialmente, nuestro énfasis apunta, desde la espiritualidad del Sagrado Corazón, a servir a los más necesitados. Queremos que los chicos vivan experiencias de servicio en concreto y que esto sea parte de su proceso educativo; que vivan en contacto con la gente”.
Christopher Pereira fue uno de los jóvenes involucrados en esta tarea. En su alegría de ser parte de este grupo, expresó: “Me motivó el entregar un granito de arena a los demás y colaborar con las diferentes actividades que organiza el Hogar de Cristo. Siento mucha alegría al poder contribuir a que ellos puedan desarrollarse como personas, tanto en sus habilidades sociales como personales. Incentivo a los jóvenes a hacer estas actividades porque fortalece y desarrolla el lado social, que es importante y fundamental”.
¡Llegaron las pizzas del Papa Johns!
Imposible lograr esta tarea sin una contundente alimentación. Consciente de ello, la afamada pizzería Papa Johns donó el almuerzo a los jóvenes. “Nosotros como Papa Johns Serrano estamos muy interesados de estar muy cerca de las personas, más aún de las que están excluidas socialmente; por eso que estamos siempre dispuestos a colaborar en causas sociales”, afirma Carlos Rizzo, jefe de sucursal de la franquicia estadounidense.
El profesor Baeza, agradeció el gesto. “Empresas como Papa Johns agradan mucho el paladar de los jóvenes y también agrandan el corazón porque nos sentimos parte de una red de apoyo, de una cadena de favores que permite hoy, por ejemplo, servir a los adultos con discapacidad”.
Alejandro Roche, estudiante del liceo Ruiz-Tagle, ubicado muy cerca de la histórica Villa Alessandri, también concurrió a la actividad. “Nos motiva la satisfacción de dejarles un ambiente agradable a las personas que van a venir a vivir acá. Por otra parte, me parece interesante que Papa Johns se haya puesto con las pizzas, no esperaba algo así, fue sorprendente. Siento felicidad, una satisfacción bien agradable”.
“Los jóvenes están motivados en hacer actividades de ayuda social. Nosotros lo hemos visualizado en nuestros jóvenes. Llevo trabajando con varias generaciones y hemos ido de menos a más. En la búsqueda de servir, se han sentido muy identificados. Hemos tenido experiencia con otras organizaciones y municipalidades fuera de Santiago, y efectivamente el ánimo, la disposición y el trabajo es concreto. Ahora que hemos vuelto a la presencialidad, felizmente hemos contado con los chiquillos de cuarto medio, que son como 60, y están deseosos de hacer algo, de contribuir”, cuenta el profesor Luis Baeza.