Y celebramos con emotiva y masiva Eucaristía online
Este 19 de octubre celebramos nuestro cumpleaños número 76 y para conmemorarlo aún en tiempos de pandemia y de tristeza, se realizó una Eucaristía online que alcanzó un peak de 288 personas conectadas y casi 500 comentarios, la mayoría eran felicitaciones desde los distintos lugares en que se encontraban los concurrentes.
Por María Teresa Villafrade
20 Octubre 2020 a las 11:16
El Capellán General de Hogar de Cristo, José Francisco Yuraszeck sj., desde la tumba de nuestro fundador, Alberto Hurtado, presidió la Eucaristía de celebración por los 76 años de vida de la institución dedicada a servir a los más pobres del país.
No estaba totalmente solo. Lo acompañaron presencialmente Francisca López y Lorena Gómez, jefa nacional y coordinadora de Pastoral y Capellanía respectivamente, además de José Tomás Guzmán, director del coro integrado, quien, a falta de integrantes, llevó su guitarra.
“Nos alegra saber que hoy nos acompañan, desde donde se encuentren. La conexión espiritual en tiempos difíciles, quizás los más duros que nos ha tocado vivir, sigue siendo fundamental. La pandemia nos ha transformado la vida a nivel mundial. En Hogar de Cristo lamentamos hasta hoy la partida de 67 personas acogidas y entre ellas tres trabajadores sociales”, señaló Francisca López al inicio de la ceremonia.
“Una de las decisiones más difíciles como Fundación, seguramente ha sido el plan de restructuración y adecuación institucional. Resentimos con mucho dolor la desvinculación de trabajadoras y trabajadores y el cierre de algunos programas. Hoy creemos, haciendo honor a ello, que nuestro cumpleaños debe tener mucho de reflexión y también de memoria. Queremos mirar el futuro con optimismo, con esperanza, y sabemos –porque lo hemos aprendido de las personas más empobrecidas– que aún en la tragedia podemos hacer memoria agradecida y reconocer todo lo bueno de 76 años de historia”, agregó Lorena Gómez.
Francisca López acotó: “En estos 76 años hemos procurado estar del lado de los más vulnerables de nuestro país y también proclamar el sueño de justicia y dignidad ante toda la sociedad chilena. Intentamos de la mejor forma posible reparar, acoger y convocar. Hoy queremos remirar nuestro compromiso con la construcción de un país justo y digno para todos”.
Virtualmente se incorporaron también a través de videos, en la petición de perdón, Paola Pérez, subdirectora de operación social territorial; en la primera lectura, Cristián Magna, acogido de la hospedería Padre Álvaro Lavín, y en el salmo responsorial, Luis Rivas, colaborador de la casa de acogida Josse Van Der Rest y del Sindicato de Trabajadores Hogar de Cristo Santiago.
PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO
En su homilía sobre la parábola del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37), el padre Pepe como cariñosamente se conoce al capellán, recordó el mural que con motivo del aniversario 75, hace exactamente un año, se pintó en las afueras de la casa matriz en el que se quiso representar a toda la diversidad de personas y situaciones cuyos dolores se intentan aliviar al interior del Hogar de Cristo.
“Quiero hacer una breve reflexión tomando la parábola del Buen Samaritano, que fue la que precisamente el Papa Francisco usó el pasado 3 de octubre al dar conocer su nueva Encíclica ´Hermanos Todos´, y a través de esa parábola nos invita a considerar las relaciones entre nosotros, de qué manera nos vamos uniendo o desuniendo… Hay varios personajes en esta parábola… En estos 76 años del Hogar de Cristo hemos tenido muchas historias parecidas, de personas que ven la necesidad de otros y acuden a aliviarla, junto con trabajadores y trabajadoras, otras organizaciones de la sociedad civil y de la Iglesia Católica, también del Estado, vamos apoyándonos y tendiendo juntos una mano, para que las acciones de solidaridad no sean solo puntuales sino que vayamos transformando nuestra cultura para que todos encuentren un lugar”, dijo.
También se refirió al Plan de Adaptación Institucional con estas palabras: “La semana pasada tuvimos una reunión con cerca de la mitad de los sindicatos del Hogar de Cristo, de Arica a Punta Arenas, y de las palabras que se dijeron me quedó resonando la de una dirigente que dijo ´Estamos tristes, Señor, tristes por todo el plan de adaptación en el que estamos embarcados´. Debido a la emergencia sanitaria, hemos tenido que tomar la dura decisión de cerrar algunos programas, 28 de 278, y me dejó pensando esa frase, porque reconociendo que estamos tristes ahora es cuando más debiéramos insistir en el Contento, Señor, contento. Si el padre Hurtado lo decía y usaba como mantra, una frase que repetía, era porque muchas de las cosas que él veía, le ocasionaban mucha tristeza. Entonces el Contento, Señor, contento se transforma en un motor para seguir adelante. Eso tenemos que procurar hacer ahora con el dolor. El Hogar de Cristo no es el mismo de hace 76 años, ni de hace 10 ni de hace uno, va cambiando como cambia la sociedad. Desde cada uno de los programas, de las áreas de Recursos, Soporte, Comunidad, Dirección Social, Comunicaciones, se intenta sostener esta obra, nos necesitamos, por eso los invito a que digamos en este contexto de gran dificultad: Contento, Señor, contento”.
Finalmente, entre los comentarios y felicitaciones por este aniversario destacamos:
Hernán Orchard Pinto: “Señor, sigue bendiciendo al Hogar de Cristo, obra de san Alberto Hurtado. Que siempre tengan el apoyo de tanto trabajador que apoya la gran obra con su trabajo, así como el financiamiento de las instituciones y personas de corazón generoso. Que así sea”.
Luis Cuevas: “Mucha fortaleza a Hogar de Cristo, por los dolores que hay que enfrentar, sabiduría para el futuro y mirar al Chile de hoy, al de mañana, no perdiendo la sensibilidad de reconocer al Cristo pobre en la vereda del camino”.
Anita Domínguez: “Un saludo cariñoso y de gran admiración por la extraordinaria labor que realizan. Todo lo mejor para continuar. Gracias por tan profunda Eucaristía”.
Blanca García: “Saludos a todos los que trabajan y que acompañan a cada amigo que llega hasta sus puertas y seguir siendo los samaritanos de tantos que recibimos su acogida. ¡Feliz aniversario! No podemos fallar. Dar hasta que duela”.