Soluciones divergentes para un objetivo común
Si bien no existe consenso en la cifra de niños, niñas y jóvenes excluidos del sistema educacional, en lo que sí hay acuerdo es en que se debe dejar de hablar de “deserción escolar”, en que se requiere de una oferta integral de escuelas y aulas de reingreso, y en que la prevención temprana del abandono es clave. Aquí, las conclusiones del seminario sobre “Nueva educación pública y exclusión escolar”.
Por María Teresa Villafrade
27 Septiembre 2019 a las 14:20
En el seminario sobre “Nueva educación pública y sus desafíos en torno a la exclusión escolar”, organizado por el Senado, Unicef y Hogar de Cristo, lo primero que destaca es el total consenso que existe en dejar de referirse a este grave problema con el término de “deserción escolar” ya que se trata de un fenómeno complejo que tiene múltiples causas, en su mayoría relacionadas con la pobreza y la vulnerabilidad.
En su discurso de bienvenida, Paulo Egenau, director social nacional de Hogar de Cristo, celebró que la exclusión escolar esté considerada dentro de la primera estrategia nacional de educación pública para el período 2019-2027, en la que se incluyen los principios de calidad integral, cobertura nacional, calidad de acceso, desarrollo equitativo e igualdad de oportunidades, colaboración, trabajo en red, preocupación por el entorno y la comunidad.
“Desde la fundación Súmate sabemos que la calidad integral involucra conceptos como trayectoria educativa considerando no solamente las ideales sino las reales, aquellas que tienen que articularse en contextos de exclusión, historias de trauma, victimización, maltrato, carencias en períodos de la vida que son frágiles y vulnerables. Creemos que ella debe dar cuenta de una mirada inclusiva que debe trabajar desde la diversidad y un aprendizaje personalizado”, señaló.
Para ello se requiere de una metodología distinta y no homogenizada como se observa en la escuela tradicional ya que “las historias de vida marcan nuestra infancia, y cuando se nos garantiza el derecho a la educación, necesariamente éste tiene que dar cuenta de nuestras particulares necesidades”, agregó. Es un hecho que la exclusión social genera diferenciación cultural muy profunda que obliga a las personas a adaptarse a entornos que demandan de ellos conductas que son consideradas disruptivas, violentas. “Los equipos de nuestras escuelas de reingreso saben qué esperar de niños que han tenido unas historias de vida dolorosas, con mucho daño, con traumas profundos, y tienen las herramientas, el conocimiento y el compromiso para acompañarlos”.
NIÑOS EN UNA MODALIDAD PARA ADULTOS
El subsecretario de Educación Raúl Figueroa enfatizó que si bien las cifras de exclusión escolar en Chile –que hablan de 157 mil niños pero sigue en estudio, según aclaró- son muy similares a las de países desarrollados de la Ocde, ello no significa que se trate de un “problema menor al que no tenemos que darle particular atención”.
“Estos niños, niñas y jóvenes son un eje esencial de la política pública y sentimos la necesidad de darles una solución permanente. Bajo esa lógica, el Ministerio de Educación ha abordado este tema fundamentalmente bajo dos ejes esenciales: mediante la prevención –con el sistema de alerta temprana- y una política de reingreso para los que están excluidos, ya que sabemos que el 58% de las personas que son atendidas en el régimen de educación adulta tiene entre 12 y 21 años. Crear una modalidad de reingreso es importante para dar efectivas oportunidades a este grupo etario que merece un tratamiento diferente al régimen de educación de los adultos”.
Si bien la aprobación de esta modalidad educativa de reingreso está en manos ahora del Consejo Nacional de Educación, “esperamos este año contar con ella” para que así, las 12 escuelas de reingreso que existen en todo el país no tengan que depender de fondos concursables variables cada año.
El Representante de Unicef en Chile, Paolo Mefalopulos, compartió lo importante que es analizar esta problemática en el año en que se cumplen 30 años de la Convención sobre los Derechos de los Niños, que Chile fue uno de los primeros países en suscribir. Fue enfático en señalar que Unicef no es partidaria de asentar como solución única la creación de escuelas de reingreso, ya que, a su juicio, corren el riesgo de estigmatizar en lugar de incluir, tal como ha ocurrido en nuestro país con las escuelas especiales.
“Preferimos que existan aulas de reingreso, para que dentro del mismo ambiente de la escuela se vayan integrando poco a poco los alumnos que estuvieron excluidos, interactuando con otros niños y con sus profesores”, dijo, afirmando que la evidencia internacional avala esta tendencia.
DESAFÍO LATINOAMERICANO
En el primer panel del seminario dedicado al análisis de la nueva educación pública y su respuesta a los excluidos del sistema, participaron la senadora Yasna Provoste; Carolina Soto, miembro del equipo pedagógico de Nueva Educación Pública (Mineduc); Carlos Vargas, de la UNESCO; Fernando Rojas, miembro del directorio de Fundación Súmate y Loreto Jara, de Educación 2020.
Carlos Vargas, Jefe de la unidad de desarrollo docente de UNESCO, afirmó que el problema de la exclusión escolar va de la mano con la exclusión social y afecta a toda Latinoamérica y si bien Chile una alta tasa de escolaridad, ésta suele ocultar una realidad de exclusión importante. Recordó que entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el número 4, es garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. “Aplicar medidas iguales para los desiguales produce más desigualdad”, concluyó.
En el segundo panel se abordó el tema de los desafíos de la implementación de la modalidad de reingreso desde distintos ángulos y aquí participaron el senador Juan Ignacio Latorre, presidente de la comisión de Educación, Soledad Cortés, Oficial de Educación de Unicef, Juan Pablo Valenzuela, investigador del CIAE de la Universidad de Chile y Cristina Julio, de Di-Versos.
La jornada finalizó con las palabras del presidente del Senado, Jaime Quintana, quien agradeció la reflexión y discusión de una realidad que golpea nuestras conciencias.