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Gracias a Hogar de Cristo:

La excepción que cambió la vida del senador Gahona

Cuando tenía 12 años, la institución permitió que junto a su hermano Mauricio pasaran el tiempo fuera de la escuela en un jardín infantil de Antofagasta. Ese apoyo “fue una ayuda invaluable” para su madre, quien trabajaba todo el día, recuerda el hoy legislador Sergio Gahona. “Éramos grandes para estar en guarderías, pero tampoco tanto para andar solos por la vida en la calle”, señala.

Por Vicente Vásquez Feres

14 Agosto 2024 a las 19:44

A mediados de los años 70, Ruth Salazar trabajaba como auxiliar de servicio en un consultorio de salud en Antofagasta. Separada de su esposo y con una larga jornada laboral, tenía pocas opciones para sustentar su casa y, al mismo tiempo, cuidar a sus tres hijos. Pamela, la menor, de 5 años, la acompañaba. Sergio y Mauricio, de 12 y 10, respectivamente, estudiaban en la Escuela Nº10. Uno en la mañana y el otro en la tarde.

Entonces, Ruth acudió al jardín infantil administrado por Hogar de Cristo, ubicado en el cruce de las calles Montevideo y Arauco, al frente de la capilla Nuestra Señora de Andacollo y, lo más importante, a una cuadra y media del colegio. Las profesionales hicieron una excepción y aceptaron a sus hijos mayores, quienes viajaban media hora colgando de una micro repleta desde la población O’Higgins, en el sector norte de la ciudad.

Sergio Gahona en la época que asistió al jardín infantil de Hogar de Cristo en Antofagasta. Fotografía: Cedida.

Fue una ayuda invaluable. Los dos éramos grandes para estar en guarderías, pero tampoco tanto para andar solos por la vida en la calle”, explica Sergio Gahona (58), actual senador por la Región de Coquimbo. Como no existía la Jornada Escolar Completa, almorzaba con su hermano, lo iba a dejar a la escuela y esperaba en la tarde, cuando volvían en el transporte público de vuelta a su casa. Vivió esa rutina durante tres años, entre sexto y octavo básico, hasta pasar a la enseñanza media.

SIN PRECIO

Gahona ahonda en su grata experiencia y en el impacto que tuvo: “Nos enseñaban valores, modales, tenía la posibilidad de jugar y estudiar. Sin ella, quizás hubiera tenido una vida distinta, probablemente con menos oportunidades. Era un ambiente protegido y de mucha formación. Eso ayuda mucho después en las decisiones que vas tomando en la vida, no solo cuando uno es adulto, también de niño”.

El Jardín Infantil y Sala Cuna “Los Patroncitos” sigue siendo administrado por Hogar de Cristo. Está ubicado en la misma esquina de la ciudad. Fotografía: soychile.cl

En su entorno, entendía que la situación era difícil y poco segura. Recuerda que buena parte de las personas con las que jugaba fútbol en la plaza, terminaron en la cárcel por drogas e involucrados en actos delictuales. “Mi madre es la responsable de quiénes son hoy sus hijos y Hogar de Cristo contribuyó a ese trabajo”, agrega.

Durante los años que pasó en el jardín, Sergio se sintió “acogido y considerado”. Una imagen marcada en su memoria es el color beige de las bandejas donde les servían desayuno, almuerzo y once. Las profesionales les daban comida “rica, sana y caliente. Eso no tenía precio”, dice.

COMPROMISO Y ACCIÓN

Al crecer, su trayectoria giró en torno a la educación y la política, mientras que su compromiso con la causa social del padre Alberto Hurtado se profundizó. Hace cuatro décadas se volvió socio de Hogar de Cristo y en cada chance que ha tenido de aportar con gestión, busca la fórmula. No porque se sienta obligado o con necesidad de retribuir, “sino porque ha sido y sigue siendo vital para mucha gente. No sólo se hace cargo de las personas de calle, hay una gran gama de acción que permite ayudar a todas las personas que están en condición de pobreza”.

En la imagen, Gonzalo Cortés (centro), jefe social de operación territorial de Hogar de Cristo en la Región de Coquimbo; y Sergio Gahona (derecha), en ese entonces intendente. En 2012, en plena hospedería “Betania” de La Serena, hicieron el anuncio de la construcción del nuevo edificio en Coquimbo.

Cuando fue intendente de la Región de Coquimbo (2010-2012), se aprobó el proyecto de una nueva hospedería en Coquimbo para personas en situación de calle. Todavía siente orgullo de aquella colaboración con Gonzalo Cortés, jefe de operación social territorial de la institución. “Hoy, alberga a muchísima gente, de día y de noche, es un tremendo aporte para muchas personas que no tienen nada más en la vida que el Hogar de Cristo”.

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