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Graduación de 4° medio:

“Somos una generación que puede aportar a la sociedad”

Eso dijo en su emocionante discurso de egreso, John Cruces, uno de los casi 40 jóvenes, que celebraron ayer el término de su enseñanza media en el Colegio Álvaro Lavín, de Maipú. Bullying, abandono, orfandad, embarazo adolescente, pobreza, fueron algunas de las vallas que muchos de ellos lograron superar con éxito. Los felicitamos, a ellos y a los profes que se jugaron por ellos.

María Luisa Galán

29 Noviembre 2019 a las 11:31

 

“Estamos todos, nos vamos todos. Hemos demostrado que sí se pueden lograr las metas. Somos una generación de jóvenes que podemos aportar a la sociedad”, dijo emocionado John Cruces, estudiante del colegio Padre Álvaro Lavín de Súmate, en su discurso ante sus cerca de 40 compañeros que se graduaban de cuarto medio. Juan Pablo Fuentes, también de los graduados, dijo a sus compañeros: “Cuando tenga hijos, les hablaré de ustedes y de este colegio”.

Es una tarde de muchas lágrimas de felicidad. Mamás, papás, apoderados, abuelos, están orgullosos del logro de sus hijos. Para la mayoría, no fue fácil. Algunos llegaron a Súmate luego de ser expulsados de otros colegios, por conducta, notas, embarazo y un sinfín de dificultades, que aquí,  en este establecimiento ubicado en Maipú, pudieron allanarse.

Elsa Pérez es madre de Sebastián, otro egresado. “Entró aquí en cuarto básico, en el sistema de dos años en uno. Fue un camino difícil, con hartas piedras, pero con la ayuda del colegio pudimos salir adelante. Él hoy es un artista, quiere seguir estudiando, pedagogía en teatro, es su sueño”, cuenta sobre su hijo, quien tuvo la oportunidad de compartir con reconocidos grupos musicales en los Encuentros de Bandas que organiza la fundación del Hogar de Cristo. “Eso le sirvió para la autoestima; él no creía que era artista”.

“Con Sebastián tuvimos montones de problemas. Se murió mi esposo y él tuvo problemas emocionales. No se adaptó a las otras escuelas, era ‘el niño cacho’, nadie lo quería. Llegué aquí después de que lo echaron de otro colegio, donde ni siquiera lo dejaron hacer las pruebas. Ahora estamos llegando a un final. Hemos pasado por harto, el año pasado se nos quemó la casa, quedamos de brazos cruzados. Pero aquí estamos, tirando para arriba, 100 por ciento agradecida de este colegio. Aquí encontré apoyo emocional y educacional para mi hijo. Lo importante es que lo entendieron, porque era un caso difícil”, agrega Elsa.

Bonnie Pereda, de 22 años, es la hermana mayor y apoderada de Damaris, quien también egresa de cuarto medio. La madre de ellas falleció. Cuenta orgullosa: “Es súper emocionante estar aquí hoy. Ella siempre tuvo problemas en un colegio normal. De chiquitita le hicieron bullying y verla tan grande ahora y realizada… El colegio la ayudó bastante, estoy muy agradecida porque le dieron la oportunidad, los profesores creyeron y se encariñaron con ella. Aquí encontró a hartos amigos”.

Antes de comenzar la ceremonia, Damaris contó: “Graduarme hoy es importante porque era una de mis tantas metas. Me siento orgullosa porque mi mamá, antes de que falleciera, me dejó acá, entonces para mí es súper importante salir de cuarto medio. En los otros colegios se burlaban mucho de mí, porque era alta”. Damaris finaliza esta etapa con honores, recibió varios reconocimientos. La siguiente etapa es estudiar en un preuniversitario y llegar a la universidad. Aún no tiene definido qué estudiar.

Las profesoras jefes de los dos cuartos medios, Paulina y Nicole, les dedicaron emotivas palabras. “El camino no fue fácil. Reconocemos su sacrificio, por maternidad o paternidad, trabajo, lo que jamás fue un impedimento para cumplir sus metas. Llegaron tímidos o con miedo a fracasar, pero hoy celebramos este hermoso triunfo. Fueron años de estudios, esfuerzos y amistades. Para nosotras son grandes tesoros. Saldrán al mundo a contribuir en diversas áreas. Nuestra admiración y respeto”.

 

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