En Haití, hablamos francés y créole, y muchos aprenden inglés para poder trabajar en otro país. Allá, falta trabajo y hay problemas políticos que afecta todo. Muchas personas buscan trabajo en el gobierno, porque ganan más plata, pero no porque tengan un sueño por el país. La gran mayoría de los haitianos soñamos con otros países: Estados Unidos, Canadá, Francia tal vez. Cuando estaba en Haití, no me gustaba el español porque es difícil. Llegué a Chile sin conocer mucho el idioma.
Empecé a aprender español yo solo buscaba en libros y en internet. Me inscribí a un curso para aprender el idioma que realizaba una iglesia mormona durante un mes. Ahí aprendí algunas palabras. Luego fui a la Municipalidad de Recoleta a buscar trabajo, y ahí me dieron la información de Fundación Emplea.
El programa, Kase Chen, es muy importante. Ayudan a encontrar un trabajo y a hablar el idioma, que es muy difícil. Y son muy organizados. Mi mayor éxito en el programa es que mi nivel de español subió. Además, conocí gente nueva, hice amigos. No tengo familia acá, tengo sólo un primo y amigos. La red de apoyo es muy importante.
En Haití tenía el apoyo de mi tío. Tengo sólo a mi mamá y no tengo papá. Mi madre siempre estaba enferma, no podía trabajar, y mi tío me ayudó cuando estaba en la escuela y tener para comer. Ahora él está en Florida, Estados Unidos, y mi mamá sigue en Haití. Él me ayudó a llegar a Chile.
Pero cuando vives en otro país la vida es muy difícil. Algunos chilenos tratan mal a los haitianos, por ejemplo, por una pieza cobran 100 mil pesos, es un abuso. Pero también encontré gente buena. Tengo un amigo chileno. Un tiempo no tuve trabajo y él me ayudó mucho, me ayudo a encontrar un trabajo por día, estuve ahí por más de un mes.
Ahora estoy trabajando en el Hogar de Cristo, en jardinería y preparamos la sala para reuniones y eventos. Necesito continuar trabajando y estudiando, porque no tengo otras personas que me ayuden. Acá yo trabajo por mi habitación, mi comida, por todo. Trato de hablar siempre español, para practicar.
La gente puede tener hoy un sueño, pero en la tarde el sueño puede cambiar. Soy joven y tengo muchos sueños. Mis mayores dos sueños ahora son tener un trabajo fijo y continuar estudiando. Estudiar acá es muy caro, por eso ahora necesito un curso técnico, como de electricidad. Después si se me hace fácil, quiero estudiar administración.
En mi corazón tengo el sueño de ser un hombre de negocios, para ayudar a otras personas. Como lección de vida tengo tratar a todo el mundo con respeto. Las trato por igual independiente de su edad, país o situación. Cualquier persona me enseña algo.
¿Quieres apoyar la empleabilidad para migrantes? ¡Hazte socio!
