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Marcos Lobos, alumno U. de Talca:

“Las personas de calle no tienen cómo defender sus cosas”

Desde hace cinco años, los futuros abogados entregan capacitación jurídica a usuarios de la Hospedería Padre Álvaro Lavín, del barrio Yungay. El 2020, con pandemia y todo, la colaboración no fue interrumpida. “Fue la mejor vivencia, nos sacó de la monotonía de las clases”, dice Marcos Lobos, uno de los participantes, quien lamenta el nulo respeto por las escasas propiedades de los hombres de la calle.

Por María Teresa Villafrade

12 Enero 2021 a las 15:06

“Esta fue una muy buena experiencia que me permitió introducirme y conocer de primera mano, la verdadera realidad que viven las personas en situación de calle”, dice Marcos Lobos (22), uno de los estudiantes de cuarto año de Derecho en la Universidad de Talca que participó el año pasado en el proyecto de la cátedra Responsabilidad Social.

Fueron varios los proyectos que la profesora les dio a elegir y él se inclinó por el del Hogar de Cristo. “Me pareció el más interesante aunque yo sabía muy poco de la labor que realiza esta institución, tenía ideas muy generales y a mis compañeros les pasó lo mismo”, comenta. Fue toda una sorpresa para él descubrir a través del socio comunitario –en este caso, el jefe de la Padre Álvaro Lavín, Alexis Valenzuela– la magnitud del trabajo que se realiza en ese lugar con capacidad para 120 personas en situación de calle, una de las hospederías más grandes del país.

“Quedé impresionado al saber que se trata de una institución muy valorable en el que se le da un hogar, techo y comida, a personas en situación de calle. Dado que estábamos en pandemia, ellos estaban en cuarentena desde marzo, prácticamente vivían en la hospedería 24 por 7, y había cerca de 30 usuarios al momento en que les hicimos la capacitación”, dice Marcos Lobos, quien ahora está en quinto año de Derecho.

Alexis Valenzuela corrobora que esta alianza con la Universidad de Talca es muy valiosa para los usuarios de la hospedería. “Lo que siempre nos ha interesado es que estos jóvenes vengan a entregar sus conocimientos, su expertise. Estos talleres partieron hace 5 años, con un mes y medio de duración y hoy es un ramo más en la universidad, con un primer semestre académico y un segundo semestre de práctica, de voluntariado. Lo que hemos hecho con los alumnos de Derecho, es que gracias a estos módulos las personas en situación de calle aclaren muchas dudas. Por ejemplo, muchos creían que al no pagar o estar al día en la pensión alimenticia, no tenían derecho a ver a sus hijos, y resulta que son cosas totalmente distintas”, explica el jefe de la hospedería del Hogar de Cristo.

La capacitación se dio mediante Zoom o Team y participaron cerca de 7 alumnos. Marcos Lobos cuenta que para todos fue el ejercicio más práctico que han tenido en toda su carrera. “Recién en quinto año vamos a tener un módulo de aplicación. La experiencia con las personas en situación de calle ha sido nuestro primer contacto y lo que más nos motiva es ayudar a otros. Fue lo mejor que vivimos el 2020, además nos sacó de la monotonía de las clases”.

“LES BOTAN SUS PERTENENCIAS A LA BASURA EN LOS DESALOJOS”

Lo primero que hicieron al abordar el proyecto fue planificar cada una de las sesiones y elaborar el material explicativo. Sin embargo, fueron adaptando y flexibilizando sobre la marcha el plan original para responder mejor a las necesidades de los participantes.

“El primer día que tuvimos contacto con ellos, les hablamos de cómo limpiar los antecedentes. Encontramos en Gendarmería mucho material al respecto. Pero, contrario a lo que esperábamos, no nos prestaban mucha atención y se pusieron a conversar entre ellos. Entonces nos dimos cuenta que teníamos que ocupar un lenguaje menos técnico, más sencillo y poner mucha atención a sus preguntas, porque, de acuerdo a eso, preparábamos las otras sesiones. Siempre dimos espacio para aclarar sus dudas. Les interesaron mucho los temas laborales y de familia”, agrega el joven universitario.

Lamenta, eso sí, haber quedado al debe en un tema que ellos propusieron. “Como grupo quedamos molestos por no poder responder a un problema que ellos nos plantearon y no fue porque no quisiéramos, sino porque no encontramos nada en torno a ese tema. Tiene que ver con los desalojos del que son víctimas las personas en situación de calle en Santiago Centro. Cada vez que la autoridad llega a desalojarlos, les arrojan todas sus pertenencias a la basura. Eso nos indignó porque ellos no tienen cómo defender sus cosas y obviamente se trasgrede el derecho a la propiedad. Buscamos en la legislación y no encontramos nada que los pudiera ayudar en esa situación. Yo creo que hay una irregularidad en el proceso, porque la Municipalidad  puede emitir una orden de desalojo por estar ocupando un bien de uso público, pero llegan con Carabineros y, sin explicarles nada, aplican la fuerza bruta nada más”.

Otro de los temas que abordaron fue el del plebiscito, que estaba por realizarse. Uno de los usuarios del programa, Roberto Aguilar, a quien todos le decían “El Profe”, se manejaba muy bien con el proceso constituyente. “Nos ayudó mucho, preguntaba harto y motivaba a sus compañeros”. Al finalizar el proyecto, recuerda que casi no quedaban interesados. “La comuna había pasado a Fase 3 y la mayoría salió a buscar trabajo. Ellos nos agradecieron el tiempo que les dimos, yo creo que lo valoraron”, afirma Marcos Lobos.

Alexis Valenzuela, por su parte, asegura que de esta experiencia todos salen ganando: “Yo valoro que haya gente que se atreva a cruzar la línea y conocer una nueva realidad, me doy por pagado con que se produzca este contacto entre dos mundos: el académico y el de las personas que viven en situación de calle”.

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