El cura que quiere salvar a las poblaciones del narco
27 Noviembre 2017 a las
14:46
Declarado activista, el capellán general del Hogar de Cristo ha hecho una campaña para reconocer y reaccionar a la irrupción del narcotráfico en los sectores más vulnerables.
Desde el comienzo de su carrera en la población El Barrero, Pablo Walker, capellán del Hogar de Cristo, ha estado en contacto con la desigualdad. Fue el año 1986, después del terremoto y con una polola seria, que se daría cuenta que su vocación era más fuerte.
Este año, Walker ha arremetido con un discurso a propósito del narcotráfico. Un discurso que se asemeja en alguna forma al que tienen los sacerdotes en las villas de Argentina; una palabra que no ha cesado de repetir: pobreza. Para el jesuita, esa es la causa de que la llamada narco cultura esté enraizada: la criminalización de la pobreza.
“Entre los más excluidos, el microtráfico aparece como una estrategia de sobrevivencia, de inclusión en el mundo de los ganadores ante una injusticia percibida como irremediable”, dice el sacerdote.
“La segregación urbana descarada que hemos tolerado, la sociedad de consumo como el nuevo modo de ganar identidad, el abandono de millones de pobres o en vidas precarias agredidas por la desigualdad, no son neutros en términos de cohesión social. Las llamadas élites no nos enteramos porque vivimos lejos, porque nos creamos un país aparte. Es más cómodo instalarnos en la industria del miedo y del consumo en vez de innovar en la cultura de la inclusión social”, asegura y reflexiona. “Pero podemos hacer las cosas de modo distinto”.
En el Hogar de Cristo, el capellán apoya varias iniciativas para erradicar la pobreza y sortear la desigualdad, conceptos que aunque manoseados socialmente, para el sacerdote son estandartes de pelea. Reinserción escolar en las escuelas Súmate, la inclusión de jóvenes en el proyecto La Esquina, la reducción de daños en la Fundación Paréntesis y el acompañamiento a la reinserción laboral de Fundación Emplea, son parte de las iniciativas lideradas por Walker y que como el mismo dice son el sostén para producir un cambio. La inclusión de los barrios, la vida en comunidad son, a su juicio, la mejor manera de socavar los valores del narco.
“La persecución penal del delito, la inteligencia policial, sólo sirve para el cortísimo plazo. Para el mediano y largo, sólo la reparación de derechos vulnerados trae paz social. Conversando en la cárcel le preguntaba a un preso: “¿Qué van a hacer si cada vez hay más métodos de seguridad para impedir los delitos?” -Entonces vamos a secuestrar personas- cuenta Walker. El camino a seguir es la restitución de derechos , concluye.