Personas en situación de calle sobre crisis social:
“Para todos somos invisibles”
Recorrimos junto a los encargados de la Ruta de Calle del Hogar de Cristo los rucos que se encuentran en el eje de Alameda para saber cómo están enfrentando el estallido social los más vulnerables de nuestra sociedad: las personas en situación de calle.
Por Daniela Calderón P.
13 Diciembre 2019 a las
11:14
“Nosotros, los cabros de la calle, también queríamos hacer una marcha por todas las discriminaciones que sufrimos, pero ¿qué bola nos van a dar? ¿Qué importancia le van a dar a la gente de la calle?”, se pregunta Mario Silva (32), reflexionando tras casi dos meses del inicio del estallido social.
Mario vive en situación de calle junto a otros cinco compañeros en plena Alameda, frente a la Universidad de Chile, lugar que se ha convertido en campo de batalla permanente entre carabineros y manifestantes, violentistas y delincuentes infiltrados. “Hay gente que sí nos pone oídos, que sí nos pone atención, pero hay muchos otros que hacen vista gorda y oídos sordos. Para la gente, la sociedad y para el gobierno somos escoria”, agrega, sincerándose con un equipo de Ruta Calle de Hogar de Cristo, que en estas semanas no ha dejado de recorrer distintos puntos de Santiago Centro para evaluar el estado de las personas en situación de calle que pernotan en este sector.
En el deteriorado bandejón central de Alameda, desde calle Ejército hasta la destruida Plaza Italia, Baquedano o de La Dignidad, como muchos proponen rebautizarla, viven más de 25 personas en situación de calle, las que durante estos días han visto cómo sus rucos son quemados para alimentar barricadas, arrasados por los chorros de los carros lanza aguas, las piedras, las bombas lacrimógenas, en enfrentamientos que han alterado completamente sus vidas.
Paul Navarro (56) vive en un ruco a un costado de la Plaza Italia y mientras recibe al equipo de Hogar de Cristo no deja rascarse los brazos que lucen rojos e irritados. “Mira cómo tengo la piel. Esto es porque todos los días me llegan los gases de las bombas que tiran los pacos. El otro día nos dieron vuelta todo acá, nos hicieron tiras nuestras cosas. A pesar de todas las molestias, nosotros apoyamos los jóvenes. La juventud lucha por lo que nosotros no pudimos”.
Paul sufre de VIH y ha padecido en primera persona muchas de las desigualdades por las cuales se protesta en las calles. “Este país es injusto, porque si vas a un hospital, no te atienden. Tienes que tener plata. Si no tienes plata, debes esperar cinco, seis, hasta ocho horas. Y hay gente que muere esperando que la atiendan”, agrega.
La rabia de Paul contrasta con la desesperanza de Sergio Alduaga (47), quien vive junto a su pareja y a un amigo en una carpa a orillas de la costanera Andrés Bello. “A mí no me interesa lo que pase, porque los que vivimos en la calle somos mirados en menos, somos invisibles para todo el mundo, incluso para el gobierno. Somos unas escorias, los que vivimos en la calle. Lo que pasa es que aquí importan más lo de arriba que los pobres. El gobierno mira más a los que tienen plata, no a los que no tienen, por eso para ellos somos invisibles”. (mira el video acá)
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