Presentamos: “Derribando”, el juego para escolares que busca acabar con los mitos

23 Agosto 2017 a las 21:15

Hoy se dio inicio en el  colegio Institución Teresiana al programa 100% INVOLUCRADOS, actividad en la que participaron alumnos, profesores y trabajadores de Hogar de Cristo y sus diferentes fundaciones.

Tal como existe el concepto “empresas B”, para designar a las que son reconocidas por su impacto positivo para el medio ambiente, los trabajadores, las comunidades y el país entero, Hogar de Cristo ha concebido el concepto “colegios 100% Involucrados”, para aquellas instituciones educacionales que promueven en la comunidad escolar la solidaridad, las buenas prácticas y una cultura enfocada en lograr un país más inclusivo y tolerante de las diferencias.

Dentro de las actividades que desarrollaron en el Colegio, destacó el lanzamiento del juego “Derribando”, creado en alianza entre la Fundación Hogar de Cristo y la consultora Momento Cero, que debutó con un gran torneo. Más de 100 niños, de séptimo y octavo básico, y primero medio, distribuidos en tres salones, participaron de este juego que busca que los jóvenes participantes cuestionen los mitos sociales que ellos y otros tienen y busquen derribarlos.

Esperanza, alumna de octavo básico, quien  muy concentrada participó del juego Derribando, dijo: “El juego me pareció muy interesante, entretenido, y me  gustó mucho la esencia de derribar mitos y prejuicios, ya que nosotros vamos a ser la siguiente generación y seremos agentes de cambio, por lo que es necesario partir desde ahora creando conciencia”.

Nicolás, de primero medio, reflexionó así: “El juego me pareció  bastante divertido, competitivo. Es una idea original y te  obliga a argumentar y a  derribar los prejuicios que comúnmente tenemos. Al  saber que era un juego del Hogar de Cristo, pensé que iba a ser algo aburrido, pero tal cual es la esencia del juego, terminé derribando mi propio mito y gané. Derribé  catorce mitos, como que los abuelos son inútiles y que los que tienen lentes son más inteligentes, entre otros”.

Kenneth Gent, ingeniero  y socio de la consultora Momento Cero, diseñadores del juego y de su metodología, por su parte, señaló: “El área de Cultura Solidaria del Hogar de Cristo se acercó a nosotros con el objetivo de crear un juego que cambiara la manera de habitar el mundo, y para ello trabajamos juntos durante ocho meses para, con el conocimiento de ellos  más nuestra capacidad de llevar a juego cualquier tipo de dinámica, crear  Derribando. Lo que busca el juego es que nos cuestionemos los mitos, que tienen muchas formas. ¿Por qué es importante ese cuestionamiento? Porque en ellos está la base de la exclusión y de la no disposición a mirar que tenemos compatriotas que debieran ser incluidos, pero que, producto de nuestra discriminación y mitos, no vemos”. 

Pablo Walker, capellán general Hogar de Cristo enfatizó  la importancia de hacer este tipo de actividades en los colegios. “Acá se juega la verdadera innovación, que es la innovación  de la dignidad. Con estas mentalidades que no están interferidas ni corroídas, las de los niños y los adolescentes, estamos tratando de derribar esas perezas mentales que nos hacen segregarnos unos a otros, tratarnos como inferiores y superior. Es clave que en este Mes de la Solidarida empecemos a jugar  distinto, a transformar mentalidades, para cambiar las estructuras sociales y hacerlas más justas  para todos”.

Por su parte, Eliana Corbett, directora del Colegio Institución Teresiana, señaló la relevancia de esta iniciativa: “Cuando nos invitaron a participar de esta actividad, a involucrarnos  100%, aceptamos de inmediato. El juego Derribando tiene de trasfondo un tema valórico que para nosotros como colegio es importantísimo. Vemos que es una tremenda actividad que hace que nuestros niños tengan más conciencia de que debemos hacer de Chile un país más justo, más solidario y más inclusivo. Nuestro colegio, nuestro proyecto educativo es inclusivo. Nosotros aquí admitimos a la familia y no nos importa la raza, el color, la religión. Lo que importa es que la familia adhiera al proyecto educativo inclusivo del colegio”.

La idea  es que este programa “100 Involucrados” se replicará en otros establecimientos educacionales, públicos o privados, buscando generar una red comunal de colegios solidarios para construir un país más justo, inclusivo y solidario.