Mil 300 millones de pobres (tres y medio son chilenos)
Paulo Egenau Director social nacional Hogar de Cristo
1 Octubre 2018 a las
12:57
Los más vulnerables del mundo suman 1.300 millones de personas; la mitad son niños. Son pobres en todos los sentidos objetivos de la palabra, no solo por su nivel de ingreso. Si nos limitamos a este único parámetro, el de la plata, el número de pobres se reduce a 736 millones de personas, que sobreviven cada día con menos de 1,9 dólares. Es decir, con unos 1.300 pesos chilenos. Estar por sobre esa línea, en ningún caso es garantía de contar con WC, saber leer o que tus hijos no mueran de diarrea, que son datos concretos con los que se mide la carencia absoluta de bienestar. De ahí la importancia de medir la pobreza en sus múltiples dimensiones.
A mediados de agosto, se liberaron los datos de la encuesta Casen 2017, que considera ambas miradas: la pobreza por ingresos y la multidimensional, que se empezó a usar en 2013 y da cuenta mucho más certera de lo que significa vivir, crecer y envejecer sin los derechos humanos básicos satisfechos. Eso pasó en Chile hace un mes, y hace una semana, el jueves 20 de septiembre, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Iniciativa para el Desarrollo Humano y contra la Pobreza de la Universidad de Oxford entregaron los resultados del primer Índice de Pobreza Multidimensional Global, que considera la situación de pobreza en 104 países.
De ahí surge el terrible número que inicia esta columna: 1.300 millones de pobres, de los cuales el 46% lo es de manera severa, lo que significa que sufren carencias en la mitad de los 10 indicadores considerados, donde se incluyen salud, vivienda, el combustible con que cocinan, la educación, entre otros… La mitad son niños, ya está dicho, y el 83% del total se concentra en dos regiones: África subsahariana, con 560 millones, y Asia meridional, con 546 millones.
En Chile, más de tres millones y medio de personas son pobres multidimensionalmente. El número representa un descenso de 0,2% respecto de 2015, lo que está dentro del margen de error y revela que no ha habido mejoras en educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, redes y cohesión social, que son las dimensiones consideradas. Esto pese a que la pobreza por ingresos disminuyó en un 3% respecto de 2015.
¿Por qué es importante incorporar el criterio de multidimensionalidad en la lucha contra la pobreza?
La experiencia de India arroja luz sobre esta pregunta. El gobierno indio ha venido usando desde hace años este índice para tomar decisiones adecuadas, basadas en la evidencia, que han resultado en notorias mejoras para la vida de sus ciudadanos. Si bien India es aún el país con mayor cantidad de pobres del mundo y los más vulnerables siguen encontrándose en los mismos grupos -las castas más bajas, los musulmanes y los niños-, la pobreza ha disminuido gracias a medidas y programas enfocados en mejorar la educación, la salud, la vivienda, específicamente con los grupos más vulnerables.
Un ejemplo de focalización que Chile debe copiar, partiendo, por ejemplo, por La Araucanía, Los Lagos, Tarapacá y Ñuble, por mencionar las regiones con mayores índices de pobreza multidimensional. Como Hogar de Cristo, creemos que un país como Chile, con un PIB per cápita de casi 20 mil dólares, está en condiciones de abordar estas dimensiones con estándares de calidad más exigentes. No se trata solo de evaluar si los integrantes del hogar reciben o no pensiones por concepto de jubilación, cuando el monto del montepío sitúa a la persona bajo el umbral de la pobreza. El objetivo de las políticas sociales debiese aspirar a superar la pobreza evitando estas inclusiones deficitarias.
Esperemos que actuando así, en 2020, la próxima Casen traiga mejores noticias.