Por Carlos Vöhringer, director técnico nacional del Hogar de Cristo
10 Diciembre 2021 a las
19:52
Justo cuando acabábamos de presentar el exhaustivo e inédito estudio “Ser Niña en una Residencia de Protección en Chile”, salta a la opinión pública un oscuro video grabado por una vecina donde se escuchan los desgarradores gritos de un niño en uno de estos espacios orientados al cuidado y la reparación.
El impacto de ese clamor tiene la repercusión que sólo logran la imagen y la viralización en redes sociales. Un centenar de personas se agolpó frente al lugar, gritando: “¡No más Sename!”.
Ciertamente, un problema tan profundo no se resuelve con esas comprensibles reacciones, que duran hasta el próximo video escandaloso, doloroso, fuerte, mientras los niños y niñas de la residencia siguen en las mismas: con su derecho a vivir en familia vulnerado, con sus dolores y traumas. Este es un tema país, en el que deben comprometerse coordinadamente todos los ministerios y servicios del Estado: salud, educación, justicia, policías, desarrollo social y vivienda, e implicarse también la academia, la sociedad civil, la prensa, los parlamentarios y la sociedad completa.
Hoy es prioritaria la puesta en marcha del nuevo Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, lo que debe incluir el fortalecimiento de las familias de acogida y contar con residencias terapéuticas especializadas con un modelo basado en estándares de calidad y desde un enfoque de género; es clave distinguir el distinto nivel de daño y trauma en niños y niñas, el que es mucho mayor entre ellas. A esto, agregaría las siguientes medidas para lograr un cambio radical en la protección de los niños, niñas y adolescentes vulnerados:
-Un Sistema de Garantías para la protección integral y universal de la niñez, acorde a los estándares de derechos humanos que establece la Convención sobre los Derechos del Niño;
-Que el foco de todo el sistema esté en la prevención, con énfasis en la gestión territorial y con pisos de protección social garantizados,
-Rediseño de los servicios ambulatorios y residenciales, con especial énfasis en salud mental y educación, y
-Una academia involucrada en la generación de evidencia local para abordar los desafíos de brindar una atención especializada y de calidad.
Hacemos un llamado al Congreso Nacional para que apruebe ahora la ley que crea el Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez. La dignidad de niños y niñas está en permanente riesgo y ha llegado la hora de enfrentar esa realidad juntos.