Gladys Videla
Voluntaria
A sus 68 años, Gladys Videla está a cargo del Comedor Solidario Puente Cancha, ubicado en el estero Marga-Marga de Viña del Mar. Hoy funciona en dos containers, aunque hace 22 años, cuando comenzó, se cocinaba a leña debajo del puente para ayudar a las personas en situación de calle que abundan en el sector. Gladys fue voluntaria por durante 15 años del Hogar de Cristo hasta que decidió abocarse por entero al comedor solidario que fundara René Maino, hoy convertido en próspero empresario funerario.
Ella empezó su labor voluntaria en 1999, primero acompañando las rutas calle y después yendo al precario comedor que funcionaba con ollas tiznadas. Hace una década, con una amiga se puso en campaña para contar con algo más digno: un comedor. Les regalaron primero el container grande y después el segundo, más chico, que es la cocina, porque Sanidad se los exigió. De a poco compraron las mesas y las sillas, aunque recibieron muchas donaciones y se pagó muy poco por todo el mobiliario.
En las paredes del container comedor figuran grandes fotografías que dan cuenta de los primeros años en los que no tenían comedor, solo ganas de ayudar y servir. Gladys se emociona mostrando el retrato de José, un hombre al que nadie podía hacer hablar. “Un día vinieron las alumnas del colegio Alemán y lograron lavarlo, cortarle el pelo con tanto cariño y lo dejaron tan bonito; recién ahí nos dijo su nombre”. Después muestra la imagen de una joven embarazada: “A esta chica le hicimos hasta el baby shower aquí; hemos tenido ya varias guagüitas”.
Durante la pandemia, ella y tres voluntarias más, todas adultas mayores, preparaban de lunes a sábado, sagradamente, 80 raciones para repartir entre las 150 personas en situación de calle que estiman hay en el trayecto que va desde la calle Ocoa hasta el Puente Mercado y la Plaza Forestal. “Decir 150 es poco y ahora con la pandemia se ven hasta familias en situación de calle”, afirma.
Gladys Videla ha recibido mucho apoyo de distintas instituciones, pero también le han entrado a robar varias veces. Pero ella persevera en su labor, no baja los brazos. Por esa razón, es una gran mujer bacana.
Comedor Solidario Puente Cancha: Donde nada se niega y todo se da